jueves, 18 de marzo de 2021

Juan Villaquiran Paez, poeta esencialista. Jose Carlos De Nobrega

 

El poeta Juan Villaquiran Páez, uno de los nuestros indudablemente.

Hoy nos enteramos que la cineasta Maruvi Leonett Villaquiran, a quien admiramos y queremos mucho, es nieta de este gran poeta esencialista de Venezuela. Don Juan es merecedor de todo nuestro afecto y consideración crítica y ensayística. Siempre quisimos escribir un digno ensayo sobre él.  Hicimos un texto breve para integrarlo junto a poetas como Faver Páez en nuestro anticanon de la literatura en Carabobo. Hemos leído su obra de manera dispersa en antologías poéticas de Cojedes, en especial la compilada por el poeta Miguel Pérez, y en diversas publicaciones periódicas como La Tuna de Oro, Tirigua y la Revista de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo. El poeta Juan Medina Figueredo ha escrito una estupenda aproximación a su obra literaria en su libro "Siglo XXI. Educación y Revolución". 

Nacido en Nirgua (1914) y fallecido en Valencia a inicios del XXI, Don Juan Villaquiran Páez tiene alrededor de diez libros de poesía publicados. Destacan la antología Silencio compartido (1995), El otro color del sueño (1988) y Eco del silencio (2006). Su formación fue autodidacta y vitalista. De allí la vinculación de su trabajo poético con la vida cotidiana y el paisaje sin estridencias estilísticas ni experimentales. Poesía de un Decir esencialista y transparente que pudiera relacionarse con voces importantes como Fernando Paz Castillo, Enriqueta Arvelo Larriva y Miguel Ramón Utrera. 



En la antología de Miguel Pérez, "Cojedes; poesía de doce autores" (Tirigua-Instituto de Cultura del estado Cojedes, 2007), tenemos una muy pertinente selección de la obra poética del abuelo Villaquiran Páez. Se observa, además de la inmediatez expresiva de su discurso poético, una propensión a la contemplación y recreación entre mística y ontológica en el poema que brilla sin artificios estilísticos. La vejez sería tema tratado con despiadada ternura y responsabilidad ética del buen vivir. Esto es el despliegue escritural de un nuevo humanismo posible.

Por fortuna lo conocimos en persona. Tanto en el Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo en tiempos del poeta Perez So, como en un recital con poetas del Decir como Luis Alberto Ángulo y el Gallo Mujica que organizamos en el liceo Pedro Gual de Valencia, poco antes de su feliz viaje a la eternidad. 

He aquí el homenaje de Maruvi a su abuelo Don Juan Villaquiran Páez, ambos dignos de nuestro respeto enclavado en el cariño más conmovido.

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1 comentario:

  1. Nuestra amada Valencia, expone sus brazos amorosos para adoptar s los monjes de la palabra propios o venidos de otros lares,se enriquese sabía y nos regala tanto!!!

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