miércoles, 30 de diciembre de 2020

Una ojeada a Piri... Un libro de Eduardo Milan


Portada de este incunable del ensayo y la crítica sobre una posible teoría poética.

Piri. Ensayos uruguayos sobre poesía en general de Eduardo Milán, como todo libro revelador, ha pasado desapercibido en la discusión literaria crítica de nuestro medio. Tenemos la edición del Fondo Editorial del Caribe, 2012, Anzoategui, Venezuela, gracias a un obsequio estupendo y oportuno del poeta Luis Alberto Angulo. El libro tiene tres ediciones anteriores, 2007, 2010 y 2011.

La palabra Piri se refiere a un junco del Río de la Plata que sirve para hacer cestas, canastos y esteras. Es una voz de origen guaraní. La expresión Caerse de Piri significa también persona crédula o ingenua quien se pilla sorprendida al enterarse de algo sabido por todos. 

Esta joya ensayística que aún se mantiene escondida entre nos, es un incunable de nuestra literatura que se asimila a "El Arco y la Lira" de Octavio Paz y también a los ensayos sobre poesía de nuestro Enrique Arenas. 

Posee la audacia discursiva de Arenas y la sabiduría y el oído de Paz. La parrafada bien compuesta y majestuosa, se presenta como una muy poderosa unidad formal de expresión que excita el interés del lector atento, lúdico y agradecido.

No obstante el despliegue argumental y teórico critico del autor, el discurso apuesta por una poética del Decir en el rigor inquisitivo y la claridad expresiva. Milán no sólo surfea la cresta de la ola, sino también bucea entre las corrientes internas del discurso poético del Otro. Resulta interesante la categorización de lo poético partiendo de la consideración atenta de cada poeta. La tercera parte apela a una metodología de literatura comparada que vincula a dos poetas aparentemente distintos. "Paz y Parra: la diferencia" es una brillante pieza que no sólo los reivindica a ambos en lo apetitoso de la pulpa, sino establece vasos comunicantes entre ambos gigantes de nuestra poesía. De Paz elogia su destreza escritural "de volver clásico, monumental, con voluntad eterna, lo que es eminentemente transitorio, se ubica en el tiempo como tal y no espera ni quiere nada mas que eso mismo del devenir". De Parra halla que su discurso es una apuesta persistente por el habla, en un desmontaje antipoético del mundo que recrea con su voz extremista. En ambos casos se trata de vías paralelas que se cruzan con asombroso afán, recobrar el poderío de la palabra poética sin desquiciar el fondo esencialista de la mejor tradición, pero sacando astillas de la incomprensión de las modas literarias ensimismadas en su soberbia y banalidad.

Eduardo Milán es un caso excepcional de la crítica, al igual que nuestra amada Susan Sontag: La posibilidad placentera y reivindicadora de la Palabra, esto es expresar con transparencia nutritiva los temas más complejos de la literatura, la política, el arte y la cultura. Esto redunda en la captación precisa y la reescritura creativa de la crítica. Afán libre y responsabilidad de ensayar sobre la Poesía auténtica, universal.

El potente verbo ensayístico y crítico, ars y logos, que aborda temas fundamentales y fundacionales de la Poesía y la Poética universales, partiendo de nuestra América Latina, nos mueve a leer y revisitar con sumo cuidado a los poetas bien comentados y mejor conversados. Entre el vocerío poético, además de Octavio Paz y Nicanor Parra, tenemos a Ernesto Cardenal y Alvaro Mutis, Mario Benedetti y Jaime Sabines, Miguel Casado y Fabio Morabito, José Gorostiza, María Auxiliadora Alvarez y Laura Solorzano. 

Desde el inicio de esta gran empresa ensayística, Milán nos habla de la Poesía del Decir, esa gran corriente de la palabra vinculada a la vida misma por la que Luis Alberto Angulo, Enrique Mujica y este salmista compulsivo hemos optado más allá de la ideología y la estética. No pocos poetas han incursionado en ella como escritura, sino como proyecto posible de vida plena, responsable y comprometida. Más allá del exteriorismo o el coloquialismo en el poema, el Decir puede asumir variantes increíbles que en apariencia son antitéticas. Excede y trasciende lo ideológico para el desarrollo en proceso paradójico de la expresión compulsiva del mundo, de por sí justa y necesaria. 

El quinto capítulo o elemento constitutivo de este corpus meta poético, integra y sintetiza un texto conmovedor, sentido y ejemplar sobre el exilio exterior e interior. La declaración de fe y la confesión de las fallas de una generación acechada por las satrapías militares del cono sur, nos tocó con fuerza, emoción y saudade por una utopía que hoy se halla en construcción posible a contracorriente de la desilusión política y artística. Hasta el punto de comprender el por qué y el sin por qué del Decir en la poesía de Angulo y Mujica por allí encaminadas hace rato; el bloque multi-residencial de El Corazón de Venezuela; o la poesía reciente de voces nuevas como Marichina García Herrero y Tahis Urdaneta de Gouveia.

El 7 de diciembre de 2019, como antelación del año siguiente de la Pandemia del covid-19 y la universal de ser hombre, como afirmó Camus en la novela "La Peste", el poeta Luis Alberto me hizo este regalo imprescindible con motivo de la situación de calle mía y de la república petrolera. Recordatorio de que lo que atamos en la tierra lo atamos en el reino de los cielos.

martes, 29 de diciembre de 2020

Reynaldo Perez So, nuestro Premio Nacional de Literatura

 Reynaldo Perez So, nuestro Premio Nacional de Literatura

José Carlos De Nóbrega

Reynaldo Perez So (Caracas, 1945) no sólo es una de las amistades más importantes de mi vida, sino un muy generoso maestro de literatura viva. Junto con Luis Alberto Angulo, Pedro Tellez, Enrique Mujica y Laura Antillano, tiene una presencia e influencia fundamentales en el devenir de mi obra como escritor, traductor y promotor cultural.

Al frente está Reynaldo Perez So de chaqueta clara y lentes oscuros, flanqueado por Eugenio Montejo y Alejandro Oliveros. Se presume que Carlos Yusti hizo el collage parodiando la portada del disco El club del Sargento Pimienta de los Beatles. 

A mediados de los ochenta, Pedro Tellez, Argenis Salazar, Slavko Zupcic, Elgar Bohórquez y nuestros hermanos chilenos Igson y Sergio Gonzalez Quitral, frecuentábamos el Departamento de Literatura adscrito a la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo. Reynaldo nos recibió de muy buena manera y nos obsequiaba ejemplares de la revista "Poesía" (que él dirigió en una etapa estelar) y de "Zona Tórrida" (que también dirigió para luego hacerlo el poeta Alejandro Oliveros durante largo tiempo). El poeta Perez So, poco amigo de las estridencias de la fama y el despropósito de las modas literarias, nos indujo, con rigor y afecto de hermano mayor, a conducirnos por la lectura y la escritura. Tanto es así, que creó "La Tuna de Oro", publicación destinada a promocionar jóvenes voces del estudiantado universitario. Todos nosotros, sin excepción, publicamos allí, lo cual nos apuntaló la vocación y el afán por el arte literario. Igson, Sergio, Pedro, Slavko y yo fuimos directores de la publicación, gracias a Reynaldo y luego a Adhely Rivero.

También Reynaldo me abrió las puertas de la revista " Poesía" y me estimuló a escribir sobre el género madre de la literatura misma. En aquella época, mis lecturas eran "prosaicas", la prosa como el Diablo de la Poesía, y comprendían el ensayo y la narrativa. Nunca olvidaré la primera vez que publiqué en La Tuna de Oro, un primer ensayo sobre el " Manual del Distraído" de Alejandro Rossi. Reynaldo y Adhely me visitaron en el infame Centro de Copiado donde trabajaba, felicitándome porque al fin me había atrevido a publicar (yo era supersticioso porque pretendía leer bibliotecas enteras antes de escribir alguna cosa mía). Fui reseñista de poemarios y ensayista en "Poesía", donde se respetó siempre mi criterio y estilo. 

Autorretrato de Perez So en el número monográfico de la revista dedicado a su obra poética, ensayística y de traducción.

Además de sus sugerencias y consejos, aprendí muchísimo como lector de su obra poética y ensayística. Leí con sumo entusiasmo casi todos sus libros: Los de poesía autentica Para Morirnos de Otro Sueño (1971), un libro inicial de asombrosa calidad, Tanmatra (1972 y 1988), Nuevos Poemas (1975) que me fue robado entre otras cosas una noche de farra, 25 poemas (1982), Mirinda Campo (antología poética en castellano y esperanto, 1984), Matadero (uno de los poemarios favoritos de mi muy elástico canon universal, 1986), Reclamo (1992), Px (poesía comprometida con el Otro, el paciente, 1996), Solonbra (un precioso poemario bilingüe en castellano y ladino), Antología Poética (prologada por el poeta brasileño Armindo Trevisan, 2003 y 2006) y Rosae Rosarum (con un sabor saudoso a exilio, 2011). Asimismo, Fragmentos de un Taller (1990) que colinda con el ensayo afincado en aforismos muy precisos y sabios, y el monólogo teatral Sucre, estampido de Dios (1995, este año el Departamento me publicó mi primer libro, el ensayo Sucre, una lectura posible, ambos títulos en conmemoración del Bicentenario del Mariscal de Ayacucho). En 2011, a pedido de su director el poeta Antonio Trujillo, publiqué en la Revista Nacional de Cultura nro 338, Tomo I, pp. 329-337, mi Elogio Panorámico a Reynaldo Perez So, con el cual le agradezco su amistad y magisterio poético y literario que tanto ha beneficiado mi obra literaria de 22 libros publicados y otros 20 inéditos a la fecha. Sin él ni mis otros maestros amigos, no lo hubiera hecho dada mi pereza, indisciplina y cambiante carácter.

https://grupolipo.blogspot.com/2011/06/elogio-panoramico-reynaldo-perez-so-por.html?m=1

Como todo genio y figura, Reynaldo tiene sus detractores (equivocados por demás en su mezquindad y maledicencia), pero le sobran los buenos amigos y lectores muy agradecidos. Él logró interesarme en la lengua y la cultura portuguesas de meus pais, papá José y mamá Augusta. Gracias a su buena pero exigente orientación, pude publicar traducciones propias que me enorgullecen, tales como las de Lêdo Ivo (dos poemarios en uno por Fundarte y el aparecer sin saberlo en una antología mexicana, La Tierra Allende, que comparto con gigantes como José Emilio Pacheco, Maricela Teran y Stefan Baciu), Mario de Sa Carneiro (dos poemarios en versión bilingüe publicados en uno por Gabriel Jiménez Eman en Ediciones Fábula) y una novela de Clarice Lispector por Fundarte.

Cuando fui jurado del Premio Nacional de Literatura junto a los escritores Wafi Salih y Luis Britto García, nos topamos que de los cinco finalistas tres eran valencianos por naturalización de vida y literatura: Laura Antillano, la justa ganadora por unanimidad, Enrique "El Gallo" Mujica y Reynaldo Perez So. Disfruté de lo lindo las deliberaciones con Wafi y Luis Britto, ello en un clima de cordialidad de la buena. Nos extrañó que no estuviera el nombre del también polígrafo Gabriel Jiménez Eman, descartado por el jurado de clasificación. Pude dar rienda suelta a mi conocimiento lector de la obra de El Gallo y Reynaldo, así como el profundizar con mis colegas en la obra de Laura.

A Dios gracias para su mayor gloria, el premio también sería premiado con los nombres de Gabriel y Reynaldo. Ya le tocará pronto al Gallo, dueño de una poderosa voz polígrafa.

Qué bueno que los premios como estos, más allá de divulgar la obra de nuestros amigos escritores, nos involucran en la emoción de haber sido copartícipes como críticos literarios y glosadores, y en especial como cómplices en el afecto. Por eso, Reynaldo (y Nelson Guzmán en Humanidades este mismo año de Pandemia), te felicito y me felicito en la proximidad de un amanecer mejor por venir para esta Tierra de Gracia, patria de promisión al igual que la Nueva Jerusalén donde convivamos todos los teístas (y agnósticos que son asimismo nuestros hermanos) como los católicos, los evangélicos, los judíos, los musulmanes, los budistas y pare usted de contar.



lunes, 28 de diciembre de 2020

Elogio entusiasta a Nelson Guzman. Jose Carlos De Nobrega

 

Nelson Guzmán y yo en Valera, Trujillo

Nelson Guzmán (Cumana, estado Sucre, 1957) es uno de mis mejores amigos, mejor dicho, uno de mis más estimados hermanos en la amistad. Lo conocí en un viaje por carretera que hicimos junto a los poetas Luis Alberto Angulo y Luis Ernesto Gómez, desde Valencia hasta Valera, la capital del estado Trujillo. No sólo hicimos buenas migas durante tan largo trayecto, digno de una road movie, sino de nuestra experiencia peripatética en esa extraña y, si se quiere, semioscura ciudad.

El hotel era un refugio para camioneros, oficio que respetamos, porque es muy duro viajar durante horas, lejos de la familia, y enfrentar lugares y circunstancias no muy gratos. Nos hacinaron en una habitación con tres o cuatro compañeros más. Había un solo baño y tenías que tener cuidado a la hora de la ducha matinal, so pena de que se inundase la habitación. Se nos suministró el combo de dos jabones de baño pequeñitos, dos de papel higiénico y cuatro paños para ocho desdichados clientes. En la noche, la comida llegó embalada en una caja, la cual dejaron en el pasillo. Parecíamos prisioneros de un campo de concentración sui generis. La cosa me recordó la película El puente sobre el río Kwai de David Lean, o la novela Ensayo sobre la ceguera del portugués José Saramago. Sin embargo, la cerveza era muy fría, vestidita de novia, y la música estaba presidida por la salsa brava y cabilla. Todo este rollo para elegir la directiva de la Red de Escritores. La amistad con Nelson se solidificaría en esta tragicómica situación extrema.

Luego fueron los encuentros en Caracas con motivo de las Ferias del Libro FILVEN y la auspiciada por FUNDARTE en tiempos de Freddy "Chucho" Ñañez. O alguna que otra actividad en el CELARG. Muchas veces me quedé en el apartamento de la familia Guzmán Maldonado, de donde Nelson y su esposa María Isabel me atendieron en el calor del afecto más auténtico. Tiempo después se sumaron sus morochos, dos Nelson con aire de estrellas sólo que más traviesos que el Taita.

Nelson Guzmán y sus morochos homónimos

Como buenos hermanos, compartimos nuestra obra escrita. Nelson hizo una preciosa presentación de mi primer libro de cuentos El Dragón Lusitano y otros relatos (2013), mientras que yo presenté varios de sus libros: la novela Nostalgias de la Calle Larga (2012), la segunda edición de su ensayo Nietzsche: la moral como envenenamiento (2012) y la suma poética prologada por mí Brechas del destino, publicada por la Casa Bello.



En 2013, Nelson fue profesor invitado por la Universidad de Salamanca bajo el auspicio de la Cátedra de Literatura Venezolana José Antonio Ramos Sucre, dirigida por la Doctora Carmen Ruiz Barrionuevo. Estuve en su apartamento, mi tercer hogar, cuando Nelson y María hicieron maletas y se despidieron rumbo a Salamanca. Con la venia de ambos y del poeta Daniel Molina, fui postulado al Cenal por la Casa Bello para impartir el curso el año 2014. Ese año le tocó al poeta Luis Delgado Arria. Y fue en 2015 que me correspondió ese honor, gracias al apoyo indeclinable de Nelson, María y Daniel. 

Fue una experiencia maravillosa y decisiva en mi vida. Me enamoré de Salamanca y de su gente como nunca me había pasado con urbe extranjera alguna. Trabé una bonita amistad con tres magníficas mujeres: Carmen Ruiz Barrionuevo, mi hermana mayor muy atenta conmigo, la catedrática y poeta María Ángeles Perez Lopez quien me obsequió unos bellos haikus, y mi preciosa paisana y ensayista María Elisa Nuñez quien hizo una hermosa presentación de mi obra literaria en el Auditorio de la Universidad. Me reencontré con Carlos "Puchito" Ferreira que me abrigó con su amistad y sus atenciones durante ese otoño inolvidable. Reitero mi agradecimiento a Nelson, María Isabel y Daniel, además de otra nueva amiga, Christianne Valles, quien como presidenta del Cenal cumplió su promesa de encaramarnos en el avión vía Salamanca a Sol Linares, William Torrealba y a este salmista compulsivo.

Cómo no iba a disfrutar el estado de Gracia que fue prologar el libro en el que Nelson dialoga vivaz con los autores que él presentó en Salamanca el año 2013? Me reencontré con una ensayística enamorada del país que asociamos con las plumas venezolanistas y universales de Mariano Picón Salas y Mario Briceño Iragorry. Tiempo después tuve la estupenda oportunidad de conversar con amigos invisibles sobre este grandioso polígrafo venezolano y continental. Incluso, Nelson me prestó para la ocasión una camisa a cuadros que quiero mucho (no es la primera vez, puesto que dado mi precario vestuario mal empacado para Salamanca, Nelson me pasó todo un combo textil para soportar el frío de otoño e invierno salmantinos, no me fuera a morir de frío). Como lo dice Nelson, me aclamaron las masas televidentes, de tanto transmitir el programa, desde las redes sociales y cara a cara (en especial mis alumnos en el liceo Enrique Tejera de Trapichito). Me alegró, por ejemplo, que Ruben Witoski opinara que había dado una excelente cátedra mediática de literatura venezolana.

He aquí los links de algunas de mis publicaciones sobre mi hermano Nelson Guzmán. Invitaciones cordiales para o que lo lean por vez primera o lo relean de nuevo. En ambos casos, los lectores serán gratificados con una escritura venezolana, continental y universal de raza.

http://salmoscompulsivos.blogspot.com/2012/12/nostalgias-de-la-calle-larga-una.html?m=1

https://issuu.com/casadebello/docs/brechas_del_destino

http://salmoscompulsivos.blogspot.com/2012/09/la-pasion-oceanica-de-nelson-guzman.html?m=1

jueves, 24 de diciembre de 2020

Biografia de Jose, poema de Drummond de Andrade


La poeta y narradora Andrea Crespo con un Carlos Drummond de Andrade de bronce, como si lo hubiese sorprendido la erupción de un volcán.

A Sol Linares, amiga  lectora y colega  heredera de Clarice Lispector. Que me perdonen las dos, pero las sigo queriendo

 

En mi libro Para machucar mi corazón: Una antología poética de Brasil (2010), aparece mi traducción de "José" el poema celebre de Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Minas Gerais, 1902-Rio de Janeiro, 1987). Helo aquí sin protocolos.

José

Y ahora, José?

La fiesta se acabó, 

la luz se apagó,

el pueblo perdió,

la noche enfrió,

y ahora, José?

y ahora, usted?

Usted que es sin nombre, 

que se burla de los otros,

usted que hace versos,

que ama, protesta?

Y ahora, José?


Está sin mujer,

está sin discurso,

está sin cariño,

ya no puede beber,

ya no puede fumar, 

ya no puede escupir,

la noche enfrió,

no veo el día, 

no veo el tranvía,

no veo la risa, 

no veo la utopía,

y todo acabó,

y todo huyó,

y todo burló,

y ahora, José?


Y ahora, José?

su dulce palabra,

su instante de fiebre,

su gula y ayuno,

su biblioteca,

su labranza de oro,

su terno de vidrio,

su incoherencia,

su odio - y ahora?


Con la llave en la mano

quiere abrir la puerta,

no existe puerta;

quiere morir en el mar,

pero el mar se secó;

quiere ir a Minas,

Minas no hay más.

José, y ahora?


Si usted gritara,

si usted gimiera,

si usted tocara

el vals vienés,

si usted durmiera,

si usted se cansara,

si usted muriera...

Pero usted no muere,

usted es duro, José!


Solito en lo oscuro

sin teogonía,

cual bachaco,

sin pared alguna

para recostarse,

sin caballo negro,

que huya al galope,

usted marcha, José!

José, a dónde?


El poema pertenece al libro Sentimento do mundo de 1940, luego fue reeditado en José plaquette de doce poemas en 1941. Fue escrito entre 1934 y 1940. Tuvo como contexto de alumbramiento la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial. La Utopía socialista se haría agua estancada y turbia en ese tiempo, con la derrota republicana, la invasión nazi a la URSS, luego las purgas estalinistas que alargaron el brazo de Poseidon para partirle el cráneo a Trotsky con una piqueta. En Brasil tendríamos antes el fracaso de la invicta Columna Prestes y la caída del gobierno de Getulio Vargas años después.

Quién era este José? Digamos que un ciudadano de Itabira, Minas Gerais, hijo bastardo del poeta Drummond de Andrade, nacido un día soleado de julio de 1920. Exiliado en Venezuela, luego del golpe de estado contra Getulio Vargas y, peor todavía, de la muerte de la abuela materna, se instaló en la Valencia de la época inmediatamente posterior a la Revolución de Octubre que nada tenía que ver con la rusa del 17.

Militante del Partido Comunista de Venezuela, el Brasileño José -como así lo conocían y lo apodaban con afecto sus camaradas-, trabajó en los telares ubicados en la Avenida Branger. Luego sería carne obrera de carroña capitalista en diversas empresas fabriles que se abrieron durante la dictadura de Marcos Perez Jiménez. Paralelo a su desempeño laboral, se dedicó a la organización política en fábricas y cinturones de miseria a su alrededor. En 1957, en el peaje que dividía a los estados Carabobo y Aragua, en un incidente para nada claro, José le amputó las dos manos a un funcionario militar y luego lo mató con un machete amolado al extremo.  No sólo se iniciaría su largo presidio, sino también un idilio poco conocido con la escritora Clarice Lispector vía epistolar. Fuera de poemas inéditos, dispersos y escritos en su lengua portuguesa, la correspondencia con Clarice constituyó lo mejor de su obra literaria.


La muy buena moza Clarice Lispector.

La resonancia del caso de homicidio en el peaje de Valencia, por parte de este insólito cangaceiro, se plasmó en la fachada de papel de los diarios amarillistas de Brasil. Una semana después nadie lo recordaba ni lo comentaba en rúas y favelas. Sólo Clarice Lispector, a quien el morbo la movió a escribirle al paisano homicida, convicto y confeso. Acariciaba en mientes, escribir algún cuento o alguna novela alusiva que la sacudiera de su universo discursivo introspectivo. 


Mientras José escribía de puño y letra en papel barato, Clarice lo hacía a máquina de escribir en su regazo en papel de hilo perfumado con agua de rosas y tabaco. El proyecto narrativo fue perdiendo fuerza en la escritora, pues el personaje de marras se le salía de control, cada vez que José se negaba a ser su héroe de papel en sucesivas cartas que la escribían a ella como una muñeca rusa de sus deseos. 

Además de intercambiar fotografías, se cruzaban extraños poemas en portugués. Hay copia del único texto de puño y letra que Clarice le remitió al díscolo José. Está en poder de Olga Borelli, cuando fue a entrevistarse con ella en 1970. En una caligrafía y diagramación retorcidas, la novia epistolar le escribió a su malandro: "Minha alma tem / o peso da luz. / Tem o peso / da música. / Tem o peso da / palabra nunca /dita, (...) sabe a ser dita. / Tem o peso / de uma lembranca. Tem / o peso da una saudade. / Tem o peso de um  olhar. // Pesa como / pesa uma / ausencia. / E a lágrima / que nao se / chorou. Tem / u imaterial / peso de uma / solidao no medio de outros". Clarice renunció a su cuento largo o novela, entregándose a los caprichos de José, su tótem rojo, bermelho sangue. 

Clarice había compartido con José el primer borrador de la novela La Pasión según J.D., en la que lo transfiguraba como un Cristo sindicalista en la incipiente Babel industrial de Valencia. José, hecho una furiosa voz, le hizo trizas este nuevo intento de escribirlo. La descalificó con el zahiriente epíteto de " escritora pequeñoburguesa" y otras cosas que por pudor no podemos citar. Esto supuso la ruptura definitiva de la relación amorosa y epistolar. La novelista le cambió el título, la anécdota y se reencontró con su poética introspectiva y objetivista. G.H., luego de despedir a la criada Janair (personajes femeninos que matarían simbólicamente a J.D. el héroe comunista), iniciaría un proceso de vaciamiento egocéntrico y enriquecimiento espiritual y ontológico por vía del monólogo interior y el fluir de la conciencia. El ritual incluyó la eucaristía caníbal, esto es Lilith comiendo una cucaracha que sustituiría como víctima propiciatoria al desdichado héroe amantisimo de José, el malagradecido. Éste, su compañero de idilio por correspondencia, halló la paz cuando logró que su Clarice retomara la naturaleza psicologista de su literatura. El amor es sufriente y sacrificado como lo dice San Pablo en una de sus epístolas dirigida no sé sabe a qué iglesia o a cuál de tantas catacumbas.

En el año de mi nacimiento, 1964, Clarice Lispector publica La Pasión según G.H., una de sus novelas más logradas. Cincuenta años después, 2014, el poeta Freddy " Chucho" Ñañez, para entonces presidente de Fundarte, me encomendó su traducción en una edición cincuentenaria bajo el Fondo Editorial de la institución adscrita a la Alcaldía de Caracas. Mi prólogo asumió también el discurso epistolar: "Carta a Clarice Lispector con motivo del quincuagésimo cumpleaños de G.H.", fechada en Valencia el jueves 27 de febrero de 2014. Para ese entonces, no sabía que mi misiva de amor constituiría la completación del triángulo que nos involucró a Clarice, José y a mí, treinta y siete años después de la muerte de esos entrañables amigos que conocí en los libros. Al final, me quedé con G.H. quien es inmortal y quedará viuda un día de estos. 


Edición cincuentenaria de la novela

jueves, 17 de diciembre de 2020

Frases memorables de Manhattan de Woody Allen

Foto intervenida de Genaro Angulo. El niño Genaro ha incursionado en la pintura y la poesía sorprendiendo su talento artístico integral.

He aquí unos gags de habla extraídos de la película Manhattan de Woody Allen. Este director norteamericano, no reniega del influjo del decir descocado de Groucho Marx, Mark Twain y Ambrose Bierce. Allen es sin duda el precursor de nerds como Bill Gates y Steve Jobs, sólo que con mucha menos plata que ellos.

1.- Cuando se trata de relaciones con las mujeres, yo soy ganador del premio Sigmund Freud. Nada más falso que esta afirmación, pues Allen ha tomado esto no sólo como tema y estética en el cine, sino también en tanto estrategia publicitaria. Nos quedan dudas de nuestro comentario, cuando consideramos su incesto político con la hija adoptiva en la era de Mía Farrow. 

2.- Hace años escribí un cuento sobre mi madre. Se titulaba "La sionista castradora". Otra verdad a medias. El cineasta de origen judío no reniega de su cultura ni de la madre que se la inculcó. Se trata de una frase escandalizadora de juventud. Años más tarde, en Días de Radio, la preciosa madre del niño protagonista es una metáfora viva y reivindicativa del matriarcado equiparable al Canetti de los primeros diarios.

3.- Yo, sin mis dieciséis horas de sueño, soy un inválido. En qué momento del filme se dijo esto? Nos parece más acorde con El Dormilón, largometraje que parodia la política ficción de 1984 de George Orwell o El mundo feliz de Aldoux Huxley.

4.- Personas interesantes tus amigos, son como un cast para una película de Fellini. Esto no lo dijo Baica Davalos en alguno de sus libros de narrativa o libando tragos en Sabana Grande, léase el callejón de la puñalada? Como abogado del Diablo, la frase nos remite al Woody Allen inmediatamente posterior a sus primeras comedias. En ese momento coyuntural de su obra en transición, se dedicó a homenajear a Bergman y a Fellini, del cine filosófico al circo onírico.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Encuentro con Orlando Zabaleta. Jose Carlos De Nobrega


Afiche promocional de este sentido homenaje en la memoria de los que lo queremos mucho.

Orlando Zabaleta (1954-2020) sigue persistiendo como nuestro hombre orquesta del libro en esta Valencia de San Desiderio. No sólo los diagramó, sino que también los editó. Incluso, publicó un memorable libro humorístico sobre nuestra patética historia política. Se trata, valga el título, de Crónicas de un opositor en tiempos descoordinados, un libelo sarcástico que recrea el golpe a Chávez de abril de 2002. Un 18 brumario mucho más del Trópico y no menos inquietante que el de Marx, sólo que en clave de un Groucho criollo.

También nos acompañó en el libro comuna alusivo al centenario de la Revolución rusa. Su óptica asertiva y bien documentada sobre este episodio histórico da todavía que hablar. Esta virtud se hace extensiva a sus artículos de prensa. En Notitarde fue parte puntual de la cofradía zurda de los enjundiosos en Lectura Tangente, según el sibarita Julio Castillo quien no captó la esencia crítica de los textos. 

Orlando tiene aroma de tinta graciosa y enjundia que estampa el papel. No es para menos. Él amaba a ese bello objeto que es el libro y, por supuesto, a su muy hermosa compañera Corteza. Su prosa, por ende, es pulpa de papel y frondoso árbol de corteza enternecida y revolucionaria. 

Nunca voy a olvidar el almuerzo que me obsequiaron Orlando y Corteza. No sólo la comida fue excelente, sino en especial su amena y cariñosa conversación de sobremesa que me salvó el día. No hay nada como ser querido y solicitado en la circunstancia de mi recuperación de salud anímica, luego de una crisis depresiva dura. Doña Depre se molestó mucho cuando esta preciosa pareja me arrebató de sus pezuñas.

Como en el poema con que Pessoa se despidió de su carnal Sa Carneiro, nosotros agitamos las manos conmovidas desde el andén. Sabemos que desde otro terminal, él aguardará que arribe nuestro bus.

"Porque hay en nosotros, por más que consigamos / Ser nosotros mismos a solas sin nostalgia, / Un deseo de tenernos compañía- / El amigo ese del que al hablar amamos". 

Nos gustaría mucho que Corteza leyera este texto amoroso nuestro la mañana del sábado 12 de diciembre en el Jardín Botánico de Naguanagua. Un abrazo para ti y todos los amigos que Orlando se ganó con su proverbial y simpática personalidad.

Una dama llamada depresion 2. Jose Carlos De Nobrega

Esta preciosa ilustración de Isa, nos insta a reconvertir la hoguera misógina de las brujas en flama de liberación interior que repercuta en el entorno, sin rencor ni resentimiento. 

Seguimos en la brega frente a esta Medusa de todos los tiempos.

Qué tienen que ver la religión, la política y la Poesía como armas o recursos terapéuticos contra la depresión? Acaso se invalidan los aportes de la Psiquiatría? La primera y segunda respuestas son Sí y mucho, esos tres caminos de cura son válidos y no desdicen para nada a la ciencia de Freud, Jung y Reich.

Mi psiquiatra, devoto lector del insomne poeta Ramos Sucre, me regaló La Enfermedad Mortal (o de la desesperación y el pecado) del filósofo cristiano y existencialista danés Soren Kierkegaard. Mi recuperación no abjura de Cristo, por el contrario, a través de la fe católica lo convoco como mi terapeuta todos los días. Se lee en una de sus páginas "Rezar es también respirar, y la posibilidad es para el yo como el oxígeno para los pulmones (...) para rezar se necesitan un yo y posibilidad, entendiéndola en el sentido más plenario de la palabra, ya que Dios es lo mismo que la absoluta posibilidad, o la absoluta posibilidad es Dios". Lo cual dista de una religiosidad mediatizada por lo instituido de la mano negra de los poderes fácticos que nos resecan.

Por ejemplo, el teólogo protestante alemán Dietrich Bonhoeffer, quien combatió las ensoñaciones piadosas dentro y fuera de la Iglesia, predica con el ejemplo sin decaer en la propaganda ideológica ni religiosa. Con la prohibición de ejercer la Pastoral en su congregación, apresado, enjuiciado y fusilado por los nazis, Bonhoeffer nos ha dejado su legado antidepresivo y combativo de fe en el libro Resistencia y Sumisión. "Hoy es el día de la ascensión y por lo tanto un día de enorme alegría para todos aquellos que pueden creer que Cristo reina sobre el mundo y sobre nuestra vida". Teología de la Liberación incubada en la sórdida y mala prisión para que la dama, ataviada con el negro uniforme de las SS, tenga dentera y llore de absoluta impotencia. Solidario con sus compañeros de presidio, sin importar la confesión religiosa ni política, comunidad a la que llama casa, nos dice más adelante "Lo que uno escribe fundándose en sus experiencias inmediatas, fluye de la pluma con gran facilidad; de esta forma me libero escribiendo". Esta experiencia que lo emparenta con los místicos San Juan de la Cruz y Fray Luis de León encanados mas no doblegados por los nazis de la Inquisición, me mueve a dar la pelea a la Depre con este ensayo en Dios liberador.

En estos días, la Poesía me deparó un regalo que disgustó mucho a Doña Depresión quien es patológicamente celosa. Una poeta de mi más alta estima, me convirtió en un poema vivo que habla de Cristo y de Judas. Me dotó el cuerpo de unas manos escritoras milagrosas, con las que ahora emprendo esta terapia escritural siendo su escritura y la mía. En el cuento de Murena, Cristo y Judas fueron pintados en La Santa Cena compartiendo un mismo modelo, entre la hermosura del joven leñador y el borracho más horrendo. Poeta sabia que también me enseñó que la vida hay que agradecerla y vivirla en la tensión entre la caída y la resurrección.

El libro bíblico de Job no sólo registra la buena y la mala leche del infortunado personaje. Tampoco se refiere nada más que al capricho del Destino en el que Dios y el Diablo juegan al ajedrez con la vida del siervo bueno y luego disconforme. Descubre que, como lo vivió y escribió Unamuno, la Fe cristiana que no duda no puede serlo en la autenticidad. Por eso, Fray Luis de León lo tradujo del hebreo, lo comentó como ensayista y luego lo reescribió como poema épico, intimista  y espiritual en nuestra lengua. Temeroso de Dios, Job le increpa lo muy endurecida de su prueba trágica. "Por qué me perseguís como Dios, y ni aun de mi carne os saciais?" La queja y la duda en medio de la tormenta, facilitaron el proceso de reivindicar a Job ante Dios y ante sí mismo. Derrotar a la señora Depresión no sólo es un acto de habla y pulsión interior, sino incluso social, muy a pesar de los amigos santurrones e indolentes de nuestro héroe. "Quién diese que se escribiesen en un libro; que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas (mis palabras) en piedra para siempre!" Job fue escuchado y rehabilitado. No sólo tiene su propio libro bíblico, además de Fray Luis el traductor de Dios, otros como Kafka, Dostoyevski, María Zambrano y Jung ampliaron la bibliografía indirecta. La Depresión es descubierta y desmontada en un acto escritural de raza humanística.

Entonces, compañeros pacientes, no se desesperen porque esta poderosa dama tan intimidante, represiva y depresiva es perfectamente derrotable. Simplemente, como en el judo y la lucha libre que practicó Alberto Rodriguez Carucci, la inmovilizaremos con una llave maestra utilizando la propia fuerza de nuestra bonita oponente.

Una dama llamada depresion. Jose Carlos De Nobrega

Esta mano pintada de mar adentro por Abril, la hermana de Isa, nos anima a detener a esa dama misteriosa y envilecedora que es la depresión.

Si decimos que la dama se llama depresión, se refiere al género de la palabra. En esta aproximación no se encontrará ninguna alusión simbólica abyecta, ni tampoco compulsión misógina alguna. Se trata de abordar esta pandemia silenciosa y transnacional que mata tanto como el covid-19, pero que no tiene su actual cobertura mediática. Nos mueve solidarizarnos y contristarnos con el Prójimo que padece esta cruel y desmedida enfermedad psicológica. Ello desde la óptica de quienes la hemos padecido.

El Grito, lienzo aterrador de Edvard Munch pintado en óleo, temple y pastel sobre cartón en 1893, nos da una idea inquietante de la depresión. El personaje principal cuyo rostro devela la contundencia del dolor interior, nos sugiere la máscara más depresiva que pueda concebirse. No es la parodiada con mal gusto e irresponsabilidad (ética y estética) por la saga cinematográfica de Scream, ese producto balurdo de consumo masivo. Mucho menos un emoticon del asombro. Este ser depresivo recurrente, desafía la indolencia banal y depredadora del entorno que lo oprime. El paisaje cuasi psicodélico abruma a nuestro paciente sufriente desde adentro y desde afuera, recayendo su peso sobre el puente físico y psicológico. Dos transeúntes distraídos se alejan de él, sin reparar siquiera en su dolencia. Sin embargo, este puente resulta ser vía de transición para el crecimiento del alma o para su aniquilación. La esperanza descansa en la elección por la superación de tan fatal quietismo inducido adentro y afuera.

Sin pretender ser psiquiatras de nosotros mismos, el auto análisis legado por Freud y la interpretación de Jung que oscila entre lo clínico y lo sagrado, puede dotarnos de los aperos y las armas para combatir a esta muy hábil y destructora dama. Se nos antoja que la depresión es ni más ni menos la Gorgona Medusa. Su rostro atractivo y de mil máscaras insta al paciente a inmovilizarse en el teatro agonístico que es la vida. Entre Eros, pulsión de vida, y Tanatos, muerte encarnada, la opción es clara por la primera alternativa. Sólo que la realización de la empresa es de difícil completamiento pero de muy gratificante y rehabilitadora posibilidad. Si no veamonos en Perseo quien la decapitó no con menor dificultad.

Como le sucede a muchos espectadores con ese autorretrato de Bárbaro Rivas en azul y negro que nos habla de la sintomatología de sus delirios, es menester tomar conciencia de la enfermedad. La Metamorfosis de Kafka pareciera una tortuosa historia clínica de Gregorio Samsa, convertido en insecto lánguido y yacente en su cama. Su inmovilismo y descoordinación física y emocional, hace añicos la dinámica ya de por sí disfuncional de su entorno familiar y social. 

Lamentablemente la música de Kurt Cobain y Nirvana fue un acertado diagnóstico de sí que no llegó a formular un tratamiento efectivo. Acosado por sus demonios interiores y la crueldad de la sociedad victoriana que es USA que quería arrebatarle a él y a Courtney Love sus hijos, no soportó el fardo áspero ni el oprobio que lo empujaron al suicidio. 

La depresión, como se señaló con anterioridad, posee más disfraces y seudónimos que los que patentó en la escritura Rafael Bolívar Coronado. La Gorgona Medusa es una gran impostora. Por lo que el sufriente consciente debe afinar la mirada y así atinarle el golpe de gracia. 

Viene disfrazada de tristeza, nostalgia e incluso ira disconforme con y por el mundo. No podemos quedarnos en la culpa inducida y resentida hacia el mundo o el Otro. Precisamente la culpabilidad no sólo es inducida desde el aparataje envilecedor del Estado que afecta nuestras relaciones en familia y en el resto del espectro social. Como pulsión autodestructiva, ancestral y cultural, proviene de adentro. A tal respecto, Kierkegaard, maestro y tutor del existencialismo, nos advierte que "El yo del fatalista no respira, ya que la pura necesidad es irrespirable y en ella el yo del hombre no hace más que asfixiarse". Lo cual margina al paciente y avala la cultura funeraria del pequeño burgués para sometimiento de las mayorías: "la banalidad burguesa se halla satisfecha en lo trivial y está igualmente desesperada, tanto si marchan las cosas bien como si van mal". Por lo que asumir que se es depresivo, traerá consigo la farmacopea eficaz del modo de vida religioso, la política auténtica o, mejor aún, la Poesía que puede involucrarlas a un movimiento de tenaz resistencia y contraataque.

La depresión no puede confundirse ni con la nostalgia ni con la saudade. La Medusa se vale del exilio interior y físico para hacer de las suyas. O te doblega hasta el más absoluto decaimiento, o te gana para las filas de los pequeños burgueses sin imaginación, seas de derecha o izquierda.  "Mi Patria", poema hermoso de Vinicius de Moraes, no se deja engañar pese al dolor que apareja el desarraigo: Es una canción de cuna dirigida a la hija Brasil para que duerma plácida, no obstante la saudade, la contingencia y el debatirse entre el llanto crudo y las contradicciones de adentro y afuera. "Y pediré qué pieza al ruiseñor de día / Qué pieza al Sabiá / Para llevarte presto este avigrama: 'Patria mía, saudades de quien te ama... / Vinicius de Moraes' ". 

En la siguiente entrega, continuaremos dándole fiera pelea poética y espiritual a esta dama llamada Depresión. 


lunes, 7 de diciembre de 2020

Musica y Cine en pildoras para soñar. Jose Carlos De Nobrega




1.- En Casino, el film de Martín Scorsese, la canción En la casa del sol naciente de The Animals, con la voz desgarrada de Eric Burdon, acompaña al personaje de Sharon Stone quien tropieza y cae muerta por sobredosis de cocaína en Las Vegas. El cine con imágenes poderosas realiza un cover inquietante de esta mítica pieza del rock and roll salpicada de blues.

2.- En otro cover de antología, en el filme Almost Famous, la canción Tiny Dancer de Elton John va en bus con la banda Stillwater. El precioso tema reúne a sus miembros quienes la cantan en un recodo del trayecto, luego de rescatar a su guitarrista de un viaje en LSD que no lo mató como a Janis Joplin, Jimmy Hendrix o Billie Holliday. Se salvó Russell de chiripa. Cosas de la ficción.

3.- En la película The Full Monty, el cover del tema de Donna Summer se integra a una coreografía de los strippers por venir en la cola de desempleados en la Londres de Margaret Thatcher. Al final, la función de estos antihéroes strippers de belleza asimétrica y proletaria, enloquecen a sus mujeres en el pub con un tema entonado por el avejentado y resucitado Joe Cocker.

4.- En la película Carlitos Way de Bryan de Palma, la balada She is so beautyful de Joe Cocker será cover sazonado por la subida y sublime escena de amor erótico entre Penelope Ann Miller y Al Pacino. Cachonda integración de las artes para solazarnos en el amor que nos gratifica en la oscuridad de la sala de cine.

5.- Pink Floyd The Wall de Alan Parker es un cover de un disco doble entero. Sólo se le podía ocurrir al afán conceptual de esta banda de nuestros amores. Será posible que a algún director se le ocurra llevar al cine el cover de The Lamb lies down on Broadway de Génesis y Peter Gabriel? Este es un sueño que deseamos todavía llevar a cabo.

6.- En Billy Eliot, la película del niño que de boxeador pasa a bailarín de la Royal Company of Ballet, el tema London Calling de The Clash es versionado en una escena de batalla entre huelguistas y la policía en tiempos de Margaret Thatcher. Coreografía política admirable.

7.- Resulta inolvidable el cover de un tema de Cartola, un sambista sobrenatural y popular, en la película Ciudad de Dios de Fernando Meirelles.  Pudimos conocer a Cartola cantando la desesperanza durante el asesinato de ese malandro en la rúa principal de la Favela de Río desplegado el sol muy catire sobre el infortunado. El tema es Preciso me encontrar. A delincuente encontrado, rey depuesto como fiambre más de la maquinaria de la violencia urbana.

Y tú, que cover en el cine te ha tocado el alma melómana? Mientras la memoria hurga sus archivos, nos imaginamos el Caracazo fotografiado por Frasso y acompañado de una balada de Demis Roussos con Los Hijos de Afrodita (el de Chalbaud fracasó de cabo a rabo con el insípido actorzuelo Fernando Carrillo cantando al final no sé qué tonada idiota).

Estos comentarios no terminan aquí.

PS: Una ñapa, en el filme El Ansia de Tony Scott, una composición clásica de Debussy es recreada en la escena lésbica entre la maestra vampira Cathetine Deneuve y su discípula Susan Sarandon. Se nos revolvió la libido y el amor erótico del vouyeur convocado en el cine. No se me achicopalen en el pudor ni en el moralismo victoriano, si varios caballeros han visto escenas porno entre lesbianas excitándose su espíritu machista, no les parece que Catherine y Susan incitan al ardor erótico y estético? Caramba!

PS 2: No se sorprendan que nuestro viejo amigo Joe Cocker aparezca aquí con dos canciones versionadas por el cine. Él mismo es el rey de los covers. Quién no recuerda los covers de temas de Ray Charles, Unchain my heart, o el de los Beatles de Sargento Pimienta con With a little help from my friends? Qué decir del temazo en vivo embutido en 45 rpm titulado La Carta, The Letter? Honor a quien Dios bendijo con ese vozarrón.



domingo, 6 de diciembre de 2020

La Piedad segun las mujeres que amo. Jose Carlos De Nobrega

La Piedad según Sol Linares que comparte con Atilio el Atelier transartístico más imaginativo que se pueda concebir. Gracias a esta foto compartida (o estampa cuasi religiosa), me fue obsequiado un poema que me escribe amorosamente.

La Piedad excede los géneros artísticos. Las artes visuales son su fuente inmediata y primigenia en virtud de la primacía de la Poesía en su proceso de creación. Por ejemplo, la Piedad de Bernini cincelada en la dura piedra del dolor con que se recrea a María teniendo el cadáver de su hijo Jesús en su regazo, convive con el Éxtasis de Santa Teresa en comunión mística y triunfal con Dios.

La Piedad de Miguel Ángel nos revela a una María serena, resignada y rejuvenecida que pese al impacto doloroso del momento, sabe que Jesús ha de resucitar en breve para cambiar de raíz la historia de la humanidad.

Oswaldo Guayasamin, desde nuestra América, recrea la piedad como si se retratara la muerte de un guerrillero, pues el rojo militante convive con el luctuoso negro. Tal cual como la bandera y el pañuelo de Sandino. María y dos acompañantes son plañideras auténticas, dolorosas y víctimas del gobierno de los terratenientes. Caravaggio en La deposición de la cruz, transmite a los espectadores  el peso insoportable fisico y metafórico del Hijo de una María apesadumbrada y rota. Van Gogh en amarillo aceitoso y el Greco en la delgadez de las figuras que buscan el cielo, presentan a madre e hijo en posición verticalizada que hala el peso corporal hacia abajo y hacia arriba respectivamente.

Pero piedad también es el amamantamiento del niño predestinado a la cruz. La Madonna Litta de Da Vinci exhibe al lactante distraído  que luego apurara el cáliz de la tortura y el ajusticiamiento sumario, al que corresponde el rostro de la madre idealizado entre el goce, la entrega y el presentimiento del dolor por venir.

Este ensayo estético y religioso (en tanto fe compulsiva por la vida), se desparrama en un afán amoroso por las mujeres que he amado y las que amo aquí y ahora. De allí su intención e intensidad autobiográfica.

Cómo pintar y esculpir en la Palabra, la mía en comunidad con Dios el liberador, mi concepción de la Piedad? El centro de la obra, sin duda, las mujeres decisivas en el giro de mi vida estos dos años recientes. Necesitaría un mural para pintarlas, un proyecto escultórico gigantesco para esculpirlas, y un diseño multimedia tipo gran instalación o ready made que las hermane y relacione en el más reticular de los vínculos.

He aquí algunas de las muy queridas habitantes notables de mi República de las mujeres, utópica pero concreta, que evidencie el Amor que la gobierne a contracorriente del despropósito del mundo hoy. 

Mi esposa fallecida Yudi con la que construí en un cuarto de siglo esta casa que edifico en la escritura. Mis sobrinas Angélica, Dayana y Yorbelis, quienes junto a mi cuñada BETTY, me respaldan desde sus mundos preciosos aquí y allá. 

Mi comadre Mayolis, hermana menor que ha cuidado bien de mí desde la cocina o, mejor todavía, el fogón de su muy gustosa solidaridad. 

A Myriam Oliveros y su hija Natasha, mamá a su vez de Eva Amelie, quienes desde el mar de México se integran a esta genealogía femenina que me nutre de sus afectos, en este caso de tres con la brisa que me trae el aroma oceánico reconfortante.

A la poeta Marichina, toda mar, ternura, madre y amistad significativa, quien me ha respaldado como escritor y persona digna del amor de lo más paradisíaco del mundo, esto es la poesía del Decir la vida con agradecimiento y oído muy atento. A esa lectura generosa y poética de mí, le debo el relanzamiento de este blog.

A la poeta María Alejandra y su morocha bailadora increíble de tango María Daniela Rendón, madres militantes en el amor y el compromiso por un mundo mejor y posible en comunidad con el Otro.

A Maigualida Kirchner y mi querida Carmen Ruiz Barrionuevo, proveedoras de su palabra dulce, bienes, manjares y bebidas saborizados en empatia sin par, que me sostienen con el poder de un cariño sin igual.

A la poeta Ana Carolina Saavedra, mi hermanita en la poesía, la fe en lo espiritual y la contristación y la alegría mutuas, con quien compartí una casa extraña, simpática y calurosa que alivió mi exilio en Las Acacias. A Tania García, Dinora Carvajal y María con su hija María Daniela, quienes me proporcionaron una navidad con sonido festivo de guitarra, trova y cencerro.

A mis amigas de oficio como la más vivaz narradora del país en tiempo real, Sol Linares, y mi bien amada poeta y artista pura miel y maná, Ximena Benitez.

A estas estrellas que se incorporan con entusiasmo a mi República femenil imprescindible: la cantautora Mary Vargas, la sensual joyera y artesana Claudia Padrón, la reconocida cineasta Maruvi Leonett, mi pintora expresionista Penelope Tovar y esa poeta encantadora y seductora del óleo que ama a las aves con frenesí, la muy agraciada Morella Jurado.

A mi muy querida Marialcira Matute, la librera mediática más pródiga en cálidos abrazos y pertinentes amapuches a propósito de los libros, esos objetos de innegable y lírica belleza.

A Ania Alvarado, mi muy hermosa cuñada de corazón y madre de tres de mis sobrinos políticos bermejos.

A Laura Antillano, nuestra estimada polígrafa que siempre honra esta República mía de mujeres invaluables sólo tasadas por este Amor Loco.

Qué decir de las compañeras de trabajo mediático que me trataron con cortesía y tan enternecedora deferencia, Ayxel Perez y Orimar Meneses, qué par de hermosas madres que elevan a sus hijos al cielo de Valencia de San Desiderio.

También cuento en este censo a Roxy, la guapa y vital mamá del muy avispado Sebastian.

A mi nueva amiga, recién descubierta con la mirada más atenta y propensa al afecto, Patricia Romero. Compartimos la fe en Cristo Jesús desde iglesias distintas, pero sin la banalización del modo de vida auténtico y válido de la religión viva.

En otra entrada de este blog majadero y zalamero con amor loco por ellas, seguiremos el censo de esta mi república femenil tan entrañable.

viernes, 4 de diciembre de 2020

El Angel de la Navidad. Jose Carlos De Nobrega

 


Ilustración de nuestra amiga Isabel Mariana, no les parece que es un océano de talento?

Encontré en una crónica post capitalista del viajero Álvar Nuñez Cabeza de Vaca (el autor de Naufragios en la época del Descubrimiento, el Encuentro bipolar o de la resistencia nativa sioux maya caribe o inca), un curioso fragmento de la bitácora cuando la expedición arribó a Miami, Florida.

"Nuestra nave interestelar aterrizó en la Florida, específicamente en la localidad de Miami. Una ciudad ruidosa con sabor a salsa con mucho ají picante en la articulación multitonal de la lengua española. Una masa humana hacía de las suyas, integrada por hormigas multicolores bullendo en una colmena de luminosidad chillona, hecha añicos en el asfalto de la cosmopista. 

"Intercambiamos nuestras morocotas por comida cubana, ropa vieja, arepas y hallacas venezolanas. El dólar era una moneda debilitada por los equívocos del Tesoro imperial. Sólo se aceptaba el euro y el bolívar como moneda extranjera de referencia comercial. El patrón oro regresó con sus fueros. 

"El bochinche era ensordecedor, anárquico y enceguecedor, cuando de las aguas de la bahía una sirena nazarena, proveniente del sur, emergió desprendiendo un aroma a guayabas maduras. 


"Ella estaba acompañada por una bandada carnavalesca de tucusitos, tucanes, paraulatas, turpiales, torditos y guacamayas que hicieron enmudecer a la ciudad. Los gatos, especie en extinción, se regocijaron con la dama vestida de carrubio. Corrieron en los tejados y maullaban de gusto, reproduciéndose como por arte de magia.

"La poeta, quién más podría ser, esbelta y de elegante andar, arrastraba un carro muy grande que fletaba unas cajas enormes. Su belleza proverbial nos pasmó en baboso asombro. Unos poderosos ojos selva, cabellera castaña cautivante en cola de caballo brioso, pecho tachonado de estrellas que se tuestan a sí mismas, piernas majestuosas como columnas de caoba y unas caderas en las que duerme y se contenta el sistema solar entero.

"Repuestos de los encantos de tan increíble beldad, todos nos preguntábamos qué contenían las cajas que transportaba con tanta solemnidad. 

"De sus prodigiosas, hacendosas y velluditas manos de poeta, sustituyó la parafernalia de los rascacielos de cristal opaco por una estancia sobrenatural. Se plantaron, dibujando una cuadrícula, en cada punto de inflexión o vértice un samán, un araguaney, un bucare y un caobo. Bajo sus frondas, se aparejó una mesa de manjares apetitosos y bebidas gustosas, como si se reeditara el episodio de las bodas de Cana de Galilea.

"Se sentaron con Ella dos lunas y dos soles que describían elipses de amor filial indescriptible a su alrededor. Muchos fueron los llamados al banquete, pero pocos los que allí acudieron. La mayoría, espantados por un nacimiento hiperrealista que el propio San Francisco había colocado al pie del caobo, decidieron enclaustrarse en la abyección de su riqueza individualista y pobreza consumista. Si había de llegar el Apocalipsis o fin de los tiempos, más les valía la compañía silente y fetichista de corotos inútiles. 

"Me incorporé con el resto de la tripulación al fabuloso ágape. Cenamos no sin el estrépito festivo que marcaba la cadencia y la melodía de este no lugar y este tiempo dulce de lechosa que trizaban la mezquindad del mundo. El cordero de Dios, un Cristo irreconocible con los harapos de Panchito Mandefua, reía sin parar como un rayo que no cesa. Claro, el poeta Miguel estaba también con nosotros, departiendo de lo lindo con la bandada de aves tropicales que veraneaban en el invierno del norte.

"La moraleja de esta visión que nos seduce y nos llama a retornar a la cálida matriz materna, estriba en dos cosas. Primero, como dice Thomas Merton, el Apocalipsis no es más que la Navidad revisitada. El fin del mundo no es ni más ni menos que el alumbramiento de otro mucho mejor. Y segundo, esta resurrección de la humanidad en la Navidad, no depende de la exuberancia del banquete sino del acto de amor al prójimo que implica compartirlo en espíritu comunitario. El verdadero y auténtico amor se mueve en las catacumbas de la Fe y sus contradicciones, y no en palacios estrambóticos y de bullanguero aire rococó vaciados de alma y afectos".


Relatos de cuando era mas joven 6. Jose Carlos De Nobrega

 

Mis ángeles de la guarda, mamá Augusta y papá José, siempre con el anarcoteista de su primogénito José Carlos

Militancia política y religiosa

A Patricia Romero, la hermana que nunca tuve y con quien comparto la misma Fe

Desde joven milité en causas pero no en partidos políticos. Soy católico no por afán institucional ni ritual, sino en correspondencia con la fe de mis padres y la teología de la liberación latinoamericana con la que simpatizaba Graham Greene, mi tutor dentre los escritores católicos como Mauriac, Papini y los místicos españoles.

Tuve un pasado juvenil evangélico y protestante. Me parece muy simpático y aleccionador que un gigante de la fe como Lutero, le tirara flatulencias o peos olorosos a azufre y embutidos al Diablo, mientras traducía los evangelios.

Estuve en el grupo Alfa y Omega del corsario protestante Bill Bright, dueño de un emporio gringo de las golosinas. Me salí y me pasé al MUEVE, Movimiento Universitario Evangélico Venezolano, pues Alfa y Omega iniciaba con la evangelización compulsiva tipo mercadotecnia, para culminar con el anticomunismo más ramplón. Nada que ver con libros liberadores como Éxodo o los cuatro evangelios.

En MUEVE la cosa era diferente, pues la profecía bíblica apuntaba al cambio social, así como también el pluralismo o saco de gatos de nuestra legión, estimulaba el intelecto y la militancia en la Fe. Éramos las ovejas negras del movimiento evangélico, pues nos la pasabamos bien de protesta en protesta, como esgrimistas o mosqueteros de Dios. MUEVE fue mi iglesia y mi escuela política paralela a la Causa R, la auténtica, la que fundó Alfredo Maneiro. Allí conocí de cerca a tres mártires de la fe como modo de vida: Martín Luther King, Gandhi y el teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer fusilado por los nazis.

Conté con la amistad de hermanos en la fe aliñada de apostasía anti católica como Ismael Noé, Enrique García Grooscors, José Francisco Jiménez, Blanca y el letón Edmundo Lazdins, Víctor Cuadra y su papá Don Abelardo (paladín de la Legión del Caribe que se opuso a dictadores latinoamericanos), el gordo Martín Lara, Rocco Nocella, Aristóbulo Chirivella, Ramón Rojas de Caracas y Pepe Perdomo. 

Fueron memorables nuestra protesta contra el tenor hipócrita o fariseo del Bicentenario de Bolívar en 1983, o el luto activo patente en la denuncia de la represión policial. La toma de la Casa de la Estrella en Valencia, Chiripero de la Cosiata que luego y gracias a Páez devino en el culto a Bolívar, nos reveló que aún no se había hecho un desagravio a su memoria y legado, pues ningún parlamento anuló los decretos que lo exiliaron en Santa Marta en la Quinta de San Pedro Alejandrino.

Con motivo del asesinato de un estudiante de la UCV La Morita por parte de la policía regional, sufrí mi primera y por los momentos única pasantía por la sórdida prisión, como dice el Arcipreste de Hita. Fui secuestrado por la inteligencia policial, valga el patético oxímoron, a los 18. Escoltado por unos bichos malas pulgas quienes me amenazaron con regalarme un par de botas... de concreto para luego ahogarme en el dique de Guataparo, arribé a la siempre siniestra comandancia de la Navas Espínola.

Sentado solo en un purgatorio de espera, de repente me levanté feliz porque José Fran y el letón me vinieron a buscar. Qué va! Los metieron en cana también porque inquirieron por mí. Los polis azules nos remitieron a la Disip con todo y pancartas, acusándonos de ser portadores de consignas subversivas. Allí no pasó gran cosa más allá de un oficial enorme y regañón que nos increpó un rato. Incluso luego de ficharnos, declaramos sin abogados por voluntad propia. Lo cual distendió a los disips quienes querían eximirse de la responsabilidad en la muerte del estudiante, lo cual era cierto. Ruleteo policial y síndrome de Estocolmo a la inversa, porque los del uniforme negro y ocupantes de los Malibu Classic amarillos se identificaron con estos tres evangélicos subversivos. 

Por peripecias de la maestra vida, nos remitieron de nuevo a la Navas Espínola porque en la Disip no podían tenernos recluidos. Lo cual nos inquietó. Sin embargo, al entregarnos a un policía gordinflón, los dos disips le advirtieron que nos ingresaran con la gente buena y no con los buitres. Y que si nos hacían un rasguño, se las verían con ellos dos, un par de ángeles de la guardia vestidos de negro y armados de automáticas. Conciencia de Clase o Piedad cristiana? Quién sabe pero la amenaza surtió efecto.

Luego fue atravesar ese siniestro pasillo hacia las sucias celdas. Primero José Fran  con el coraje de Camilo Torres, luego el letón cara pálida por el miedo a los buitres que lo amenazaban con sodomizarlo. Cuando recorrí esta macabra pasarela, se me ocurrió caminar como Pedro Navaja hijueputeando a los muy hijos de Sodoma y Gomorra.

Dormimos el letón y yo con la camisa en la nariz dado el aroma nauseabundo del lugar, mientras José Fran lo hacía plácidamente. Con nosotros estaba Avelino, un muy llorón portugués consolado por sus compañeros de infortunio muy piadosos. Al día siguiente, luego de la inútil limpieza de excrementos y orines del cautiverio y de mi llanto rabioso y claustrofóbico, nos sacaron de una cana para nada agradable, gracias a los oficios de un penalista amigo de Víctor. 

A mi mamá Augusta le espantó no tanto mi presidio, sino que fuera fichado policialmente. Años después, en 1989, año del Caracazo, mi vieja se alivió porque la policía no fue a buscar al anarcoteista de su primogénito. Según Aristóbulo, la mano de Dios traspapeló las fichas de sus tres profetas de bolsillo pero muy amados por Él, ello en su infinito afecto y su divina sabiduría.

Relatos de cuando era mas joven 5. Jose Carlos De Nobrega

 


De la lucha libre

En mi primer libro de narrativa breve, El Dragón Lusitano y otros relatos, abrí el volumen con el cuento homónimo del título que, además de homenajear a mi tío Alberto, tocaba el muy atractivo mundo de la lucha libre. Este deporte de carpa y circo formó parte de mi imaginario estético, mucho antes que supiera de la existencia de los relatos homéricos y las crónicas de Indias. Primero la fuente televisiva de blanco y negro con las funciones desde el Nuevo Circo de Caracas, luego las fotonovelas de Santo el enmascarado de plata, principalmente, y Blue Demon. 

Mucho más tarde, las películas B del Santo contra las mujeres vampiro, un clásico de surrealismo naif, versus Frankenstein o el hombre lobo y quién sabe si contra los nazis o el Golem. 

Si revisamos el caso mexicano, paradigmático como su cine melodramático y cómico, el Santo, Cantinflas, Tin Tan y su carnal Marcelo provienen de la misma Arcadia, ésta es la carpa del circo con las funciones atléticas y de vodevil de producción popular. Fellini y Bergman construyeron una estética cinematográfica a partir de sus visiones circenses. En América Latina, en cambio, se optó por la pureza o mixtura paladinesca y bufonesca del espectáculo para el pueblo de a pie.

Sin embargo, la literatura latinoamericana ha tocado este motivo épico, lírico y popular. Las crónicas de Carlos Monsivais, la novela de Laura que vincula a Emilio con el Santo, y uno que otro cuento de autores como Paco Ignacio Taibo II.

La televisión fue, paralelamente con la formalidad de la escuela, el instrumento educativo informal que nos formó para bien o para mal. Además de las comiquitas, las series y las películas de acción, nos encantaba mirar las hazañas de los hermanos Battah, Jorge y el calvo Basil como el máximo héroe, las villanías del Dragón chino o las acrobacias de Dark Búfalo, o el salvajismo del Pequeño Goliath (encarnado por mi tío Alberto). De esta carpa salieron también Lotario y el Chiclayano para convertirse en actores de carácter o guardaespaldas en las telenovelas o series de producción nacional.

En Valencia, no sólo teníamos la Plaza de Toros Monumental como coso para la lucha libre, sino también la más pequeña locación taurina de las Arenas de Valencia, ubicada en la avenida Bolívar Norte a una cuadra de la avenida Cedeño.  En ese desaparecido coliseo en miniatura, estuvo combatiendo nuestro amigo Alberto Rodriguez Carucci antes de que esta su aldea se convirtieta en ciudad bombardeada por la indolencia. Alberto se movió pues desde la lucha libre y el judo hacia la docencia, la investigación y la critica literaria en la Universidad de los Andes. No era inconcebible para un lector del paladinismo desparramado en las crónicas de Indias, una de las primeras manifestaciones de la literatura latinoamericana junto con la poesía indígena patente en la oralidad tribal y en los petroglifos.

Hoy, la cosa perdió su gracia mestiza y fantástica. No nos divierte ni cautiva la parodia del deporte en Fox, ni El Enterrador ni Joe Cena superan la poesía de los astros nuestroamericanos del ring. Son tan fanfarrones como los marines, el Pentágono y el Departamento de Estado gringo. 

Me queda el caos de los sábados en la casa viuda de Caracas, cuando los tres hijos de Augusta jugaban al Catch as Catch Can en el colchón de una de las camas tirado en el patio. Mamá trabajaba en el Central Madeirense en horario corrido, mientras sus críos enfrentaban a los agentes fantasmas en ring tan improvisado.


miércoles, 2 de diciembre de 2020

Relatos de cuando era mas joven 4. Jose Carlos De Nobrega



 Pedro Tellez el militante político 2

Pedro y la Universidad de Carabobo

He aquí algunos episodios del animal politico, Aristoteles dixit, que era Pedro en nuestra alma mater carabobeña, antes de que le quemaran desde adentro sus fusibles.

Una aciaga noche de elecciones estudiantiles en el Edificio, lo agarró un jaleo de palo, tiros y piedras que trajo el asedio adeco con motivo de sabotear un proceso electoral que les era adverso. La toma de esta Bastilla se frustró porque la fortaleza fue cerrada por Pedrito, el Yuri y el Yusti. Qué locura, izquierdistas defendiendo a los reformistas del Fei Fei  Ferreira. Al Yuri los tecnócratas del finado Ricardo Maldonado lo acusaron de vender un rollo velado de fotos sobre el asedio. Claro como extraña manera de agradecimiento y solidaridad.

Mientras el virtual presidente de la Federación de Centros Universitarios, hoy vicerrector de la UC, hacía sabrá Dios qué enconchado en un baño de damas, la reciedumbre de la batalla entre tomistas y defensores del Castillo kafkiano era mucho más intensa. Por ejemplo, alguien llevándose las manos a la frente gritó me dieron compañeros!, cual Sucre en Berruecos. De repente se descubrió la frente con un hematoma producto de un mango arrojado por algún algún invasor al que se le encasquillara la pistola. Gracias a Dios!

Dadas estas coordenadas bélicas y asimétricas, Pedro aprovechó la presencia de Elis Mercado, secretario de la UC, para salir de la encerrona. Pero un profesor universitario full odio, a political hater pues, les vacío con mala puntería su pistolon. A partir de ese día nuestro ajedrecista político confió en la coraza sólida de las masas insurgentes, lo cual verificó en Masa y Poder de Ellas Canetti. 

Intermedio estético

Antes de seguir con el anecdotario político de Pedrito, hay que destacar que él ha escrito sobre arte además de coleccionar algunas piezas de dibujo, pintura y escultura. Y a qué se deberá esto? Creemos que viene de su sangre española. Su bisabuelo daba clases de Historia del Arte no sé en qué universidad de la Iberia. Ello hasta el punto de pedir prestados los retratos de los doce apóstoles realizados por el Greco, para impartir sus clases como si nada. Mejor que una visita guiada por el Prado o el reina Sofia. Arte portátil y nómada de maravilla.

Cerramos el paréntesis con esta foto retocada por el poeta Sergio Quitral. Ya la conocen, es la del bautizo de mi hermano Avelino en la Caracas de mediados de los sesenta. Gracias, mi querido amigo artista y poeta generoso.


Pedro Tellez el consejero universitario

Pedro fue, aunque no lo crean, un combativo consejero que no co-gobernaba bajo el influjo de las autoridades profesorales de la UC. Esto es simplemente ejercicio libertario de la conciencia de clase, categoría política viva pese a los retortijones ideológicos de los conversos. 

Un día en un acto en el paraninfo de la universidad, el rector Maldonado qepd le prohibió integrar el presidium. Lo mandó a las galerías del recinto. En su condición de consejero universitario, esto es co-gobierno de la UC, además de impenitente sátiro político, Pedro exigió que se le permitiera el acceso a la instancia más protocolar que funcional. Por mediación de un par de decanos, el rector accedió a regañadientes a la petición siempre y cuando el convidado de piedra entrara solo y de último. Cuando los decanos le informaron, nuestro consejero se mantuvo en la suya, él entraría con la comitiva y punto. Como los decanos le comunicaron que si no se satisfacía al consejero estudiantil, se retirarían del recinto, el rector magnífico y atribulado se conformó con dejarlo hacer y pasar con todas las del protocolo. Parecía la reedición de las batallas entre el alcalde comunista Pepón y el cura Don Camilo descritas por Guareschi.

Por fortuna, advino la paz entre ambos buenos enemigos, cuando Ricardo Maldonado en un noble gesto presentó sus respetos al recién fallecido papá de Pedro, el doctor Tellez Carrasco. Se hacía realidad la ficción del pequeño y ameno mundo de Pepón y Don Camilo en Valencia, la de Venezuela.



Relatos de cuando era mas joven 3. Jose Carlos De Nobrega

 


Pedro Tellez el militante político 1

Pedro Tellez y Caldera el del Chiripero

Pedro fue muy célebre en los medios, mucho antes de publicar sus libros. La escritura de ensayos sobre el Diablo, Baltasar Gracian, las ficheras y los taxistas no es para nada comercial y, menos todavía, digno de ser Banalizado por los medios de comunicación  social y las redes de hoy. 

Resulta que estando en Caracas, en un café de Sabana Grande, Pedrito fue entrevistado por los productores de un programa llamado Preguntale a Caldera, en una de sus muchas candidaturas presidenciales. Ni corto ni perezoso el niño terrible le preguntó si el usaba gomina en el pelo. Sorprendió que en la emisión nacional del televisivo, Rafael Caldera, el candidato eterno, le respondiera que No y como prueba se despeino con sus propias manos. 

Días después, las hordas calderistas de Guaparo revolvían cielo y tierra de la urbanización, para darle su merecido al apóstata. De chiripa, Pedro Tellez salvo su vida. No era tolerable que se le faltara el respeto a uno de los padres de la Democracia de Punto Fijo, la quinta del patriarca copeyano donde se firmó tan celebrado pacto entre cómplices tan respetables como los senadores que se echaron al pico al gran Julio Cesar los idus de marzo.

Para más colmo reaccionario o Momio, como dicen en Chile, el actor Pepeto Lopez hermano del doctor Pepe Lopez, parodió a Caldera respondiendo la pregunta en cuestión, sólo que cuando la despeinada, se le quedaron las manos pegadas al pelo engominado, pidiendo a sus partidarios auxilio capilar. 

Otra candidatura después, Caldera sería presidente de la república finisecular con el Chiripero de la izquierda, cortesía del golpista Hugo Chávez, quien en 1999 recibiría de manos del viejo jerarca la presidencia de la quinta república jurando sobre la moribunda de 1961.

Pedro Tellez sería profeta o analista agudo que había previsto con antelación este cataclismo político.


Relatos de cuando era mas joven 2. Jose Carlos De Nobrega

Mi mamá Augusta con papá, mi hermano Avelino y yo




Uno de los favoritos del Doctor Tellez Carrasco, Fray Luis de León visto por Sol Linares

El día en que Pedro y yo estuvimos a punto de cambiar de dioses tutelares

 El papá de Pedro, el Doctor Pedro Tellez Carrasco, fundador del Psiquiátrico de Barbula y de su familia en Valencia junto a Teresa, fue un madrileño que siempre me simpatizó pese a su trato en apariencia tosco. 

Mi mamá Augusta, la portuguesa Fernanda, además de ex novicia y sargento riguroso en casa, fue jefe de cajeras en el Central Maiderense de la avenida Bolívar y en Naguanagua de la Gran Valencia de San Desiderio.

Ambos nunca supieron que estuvieron a punto de tener hijo nuevo por cambalache. Un día le reclamé a Pedro que tratara mejor a su viejo que, si bien católico devoto, le deparo una educación harto liberal dentro de los cánones de la psiquiatría moderna. El hijo díscolo no dio su brazo a torcer, por lo que le propuse un intercambio. Que él se fuera a vivir con mi vieja salazarista y yo en la miel del trato consentidor del Doctor Tellez.

Evidentemente, yo tenía la partida ganada. Mientras yo merendaba con el viejo sandwiches de jamón y queso viendo una de las viejas de Cantinflas, la revolución de los claveles de Pedrito se estrellaría con la severidad matriarcal de Augusta.

Pedro, como el eximio jugador de ajedrez que es, ni de vaina se lo pensó para rechazar de plano mi osada propuesta. Él sabía que con mi mamá no se jugaba ni que fuera el otoño de la matriarca, tal era su implacable gestión de poder familiar.

Años después murió primero Augusta y mucho tiempo después el Doctor Tellez Carrasco. Yo escribiría a mamá en un cuento del Dragón Lusitano que me costaría leer en público por la dificultad de contener las lágrimas. Pedro escribió de su papá en el precioso y conmovedor texto, La otra mitad, que cierra uno de sus libros de ensayo. Yo vi a mi buen amigo de madrugada en Año Nuevo, durmiendo tiernamente al lado del ataúd de su padre, mientras esperábamos a su hermano Javier el artista plástico.

Qué vaina, cada quien amaba a su mamá cajera y a su papá loquero con ímpetu extraño pero entrañable.



Relatos de cuando era mas joven. Jose Carlos De Nobrega


Pedro Tellez, ataviado de traje azul pepetista y al lado del poeta Faver Páez, en un homenaje conjunto entre la Alcaldía de Valencia y la Locademia de la Lengua Española, capítulo Carabobo (su presidente José Tapizkent está al lado del alcalde Marvez en el centro de la foto)

Pedro Tellez autor de los sonetos de Miguel de Guevara

El hoy presidente de la Neo Academia de la Lengua Española, José Tapizkent, hizo un descubrimiento insólito. Publicó no sé en cual revista suya, que Pedro Tellez era el autor de los cuatro sonetos atribuidos a Miguel de Guevara y antes a Santa Teresa de Avila y a San Ignacio de Loyola. El acertijo se ha resuelto en una elíptica caprichosa y elástica del tiempo, inconcebible incluso para Enrique Bernardo Nuñez y su novela Cubagua: El autor de los dos sonetos al Cristo crucificado es un escritor de finales del Siglo XX y no un poeta religioso o místico del Siglo de Oro español, este es el XVII.

Más asombroso resulta que nuestro psiquiatra y ateo impenitente haya escrito textos de tenor místico que lo vinculan en el tiempo gelatinoso a Santa Teresa, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León, perseguidos todos y encerrados los varones en cana por la Santa Inquisición. En el caso de Tellez operó el milagro adverso, revelado el misterio. El que fuera perseguido en Guaparo por el Opus Dei que es De el, se convirtió de repente en la adoración del comité de viejas beatas del Club Llano Ancho. No sabíamos, joven, que usted escribiera sonetos tan piadosos, le dirían citando uno de ellos, el más bonito, No me mueve, mi Dios, para quererte / el cielo que me tienes prometido /... Por lo que el retrato del escrutador de almas esquivas, acompañaría a la siniestra la gigantografia de Escrivá de Balaguer fundador del Opus Dei. 

Otro detalle increíble estriba en que Tellez publicaría en sus tiempos más mozos, los cuatro sonetos en cuestión en la revista La Tuna de Oro, en la década de los 90, atribuyéndoselos a Miguel de Guevara y no a sí mismo. Por lo que también nuestro sonetista endiablado pasaría al canon venezolano como impostor literario, cosa que no resaltaba desde las travesuras de Rafael Bolívar Coronado.

Sin restarle mérito a la falta de prevención, la ignorancia literaria y la candidez de Tapizkent (que han tapizado a Valencia de San Caín Pocaterra), yo, José Carlos De Nóbrega, en mi condición de primer prologuista, editor y estudioso de la obra ensayística de Pedro Tellez, propongo su candidatura al Premio Nacional de Literatura para el bienio 2021-2023. No te parece, mi china, justicia poética para uno de los nuestros, candidato también para los premios Cervantes y Reina Sofia de poesía? Seguramente el Rey Juan Carlos de Borbon regresaría de su exilio con gusto, para imponer la medalla real a este izquierdista venezolano convicto y confeso.  

Tomando la expresión golpista del 2002 en el palacio de Miraflores, exclamaremos en turba conserva duros y al unísono: Pedro, te queremos mucho!