Tríptico satírico del desencanto
En homenaje al maestro del cinismo, Don Ambrose Bierce
Introito
Por qué no me bastan este soneto
Ni el amor que hoy es desbarrancadero?
Desvarío en este palabrerío escueto
Que no te toca desde el sumidero.
Mi pesar, vil sintomatología
De sofoco, acidez y culpa irredenta,
Se dice y hace tórrida geografía
Del desencanto que no me escarmienta.
Compartimiento estanco, alba tumba
Que hacina astillas, herrumbre, escombro,
Raspadura, sin que nada te incumba.
Tiene sentido escribir sin asombro
Ni aliento, sufrir en la catacumba
Sin Dios ni Diablo acosando el hombro?
Averno
El Infierno no es como lo pintan
Ni el Dante ni el barroco de Loyola.
No aterran fuegos que entintan
En ampollas infusión de amapola.
No se oyen ayes ni maldiciones,
No se sodomiza con los tridentes,
No se lloran las indigestiones,
Ni hay crujido sádico de dientes.
Tampoco hace un frío de muerte
Que queme más que la peor de las culpas,
Porque Indulgencia otorga buena suerte.
Este averno ruin, y tú me disculpas,
Es hastío, tibio y turbio quererte
Que muerde unas manzanas sin pulpas.
Purgatorio
El Purgatorio es lugar extraño
Pero confortable: es harto cálido,
Sirven buen café y queso de año
Con el pulso firme mas rostro pálido
De meseros que no pestañean nada,
Sólo van y vienen en neutras voces.
La música de Piano Bar aguada,
Sin ron ni Charly García que den coces.
No nos entendemos porque el convivio
No es de dos, sino caótico monólogo
De tu cinismo edulcorante y tibio.
Castrarse en soez diálogo politólogo,
Quedarse ahogado sin Tito Livio
Que historie nuestro vil tedio infectólogo.
Paraíso
El cielo, en este caso, es sucedáneo
De algodón de azúcar, nube rota
Por la que llueve y llueve subcutáneo
Despropósito teocrático e idiota.
Política ultraterrena entierra
A los incautos en fosa común
De la vida mustia y hosca en La Tierra
Con bodas sosas, servidumbre como un
Tío Tom sin su blanco señor feudal,
O escritor que no tiene quien le escriba
Palabras de amor sobrenatural.
Qué va! Reniego estar hecho una criba
Por tal ramplonería húsar tan real,
Voy a otro cielo que en ello no estriba.
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