Jose Carlos De Nobrega:
Soneto al Sol de los Ciegos según Alfredo Pérez Alencart
Siempre me imaginé que los ángeles del Apocalipsis
Mataban tigres con la orquesta de Ricardo Ray y Bobby Cruz
En la sección de metales superando la trompeta de Perico Ortiz
Y los trombones de Barry Rogers y Chocolate Armenteros.
Se trata pues de poner a bailar salsa el día del Juicio Final
A justos y condenados, cada quien en su pista celestial e infernal.
El Sol de los ciegos de Alfredo Pérez Alencart me sacó de la banca donde me tenía la Peste y la Depre.
El mundo se me hizo mi Salamanca dorada y no cretinismo topográfico.
Mejor aún, abrevando en los evangelios y la poesía de Garcilaso y San Juan de la Cruz,
Alfredo encontró la forma de ser un poeta diferente:
Sus ángeles bajan pa'rriba y suben pa'bajo mientras Ricardo digita en Cristo el ébano y el marfil de su piano bestial.
Poesía del Decir breve y esencialista de Alfredo mediante,
Me recompongo la Fe, voy al campo y canto el pregón del carretero:
Echa pa'lante mi buey que tenemos que avanzar: la vida y la poesía son fragua en buena yunta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario