viernes, 26 de febrero de 2021

SONETOS DEL DESPLANTE EN CUARENTENA. Jose Carlos De Nobrega



 Isa, Daniel y el Benny

A Isabel Hernandez

Quién iba a pensarlo, mi querida Isa.

Tú, rockera y punketa, desafiante

Tu estampa en cuero que sintetiza

Un aura de ternura inquietante...


... Que ibas a retratar a Daniel Santos

O es más bien el fiero Benny Moré?

Cualquiera o ambos soneros de cantos

Cubiches hechos por ti, no esperé.


El cantante que sea dialoga

Con micrófono sobrenatural

Y cordón umbilical que ahoga


En marfil y ébano de pío cristal,

Al auditorio que vuelve a Taboga,

Ínsula y patria propia e ideal.



Dios Soneto y el sonetista trasquilado

A Luis Alberto Angulo

En cuánto tiempo se lee un soneto?

En cuánto tiempo se me lo escribe?

Supongamos que se lee en el minueto

Puesto en sonata de claro aljibe.


Se me escribe con viscoso tiempo

Apurado en la tierra ennegrecida.

Entretanto la Poesía a destiempo

Abomina de mi afán deicida.


Ella en el más cruento adagio andante,

Pretexta ocupaciones dispares,

Citas con sonetistas de talante


(Mucho mejor que el mío) a mares.

Ella sólo cuece otro desplante,

Serrín de mis sonetos bipolares.



Soneto a la poeta ante el espejo

A Marhisela Ron León

Quién eres tú, poeta tan ardiente?

Se perturba un maestro escritor,

De una a la una, solo y sin mordiente,

Pendiendo del mar en el retrovisor.


Lee, relee, balbucea y escucha

La voz de la hembra que le estremece

En cama apóstata mientras la trucha

Se cuece en olla que el fuego mece.


Sacudida como nave más loca

En el Golfo Plácido, se desdobla

La poeta en lengua que se desboca:


Hablando de su ardor, ella redobla

Sobre el cuero del maestro que se apoca

Como tal, baila desnudo y se dobla.

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