Isa, Daniel y el Benny
A Isabel Hernandez
Quién iba a pensarlo, mi querida Isa.
Tú, rockera y punketa, desafiante
Tu estampa en cuero que sintetiza
Un aura de ternura inquietante...
... Que ibas a retratar a Daniel Santos
O es más bien el fiero Benny Moré?
Cualquiera o ambos soneros de cantos
Cubiches hechos por ti, no esperé.
El cantante que sea dialoga
Con micrófono sobrenatural
Y cordón umbilical que ahoga
En marfil y ébano de pío cristal,
Al auditorio que vuelve a Taboga,
Ínsula y patria propia e ideal.
Dios Soneto y el sonetista trasquilado
A Luis Alberto Angulo
En cuánto tiempo se lee un soneto?
En cuánto tiempo se me lo escribe?
Supongamos que se lee en el minueto
Puesto en sonata de claro aljibe.
Se me escribe con viscoso tiempo
Apurado en la tierra ennegrecida.
Entretanto la Poesía a destiempo
Abomina de mi afán deicida.
Ella en el más cruento adagio andante,
Pretexta ocupaciones dispares,
Citas con sonetistas de talante
(Mucho mejor que el mío) a mares.
Ella sólo cuece otro desplante,
Serrín de mis sonetos bipolares.
Soneto a la poeta ante el espejo
A Marhisela Ron León
Quién eres tú, poeta tan ardiente?
Se perturba un maestro escritor,
De una a la una, solo y sin mordiente,
Pendiendo del mar en el retrovisor.
Lee, relee, balbucea y escucha
La voz de la hembra que le estremece
En cama apóstata mientras la trucha
Se cuece en olla que el fuego mece.
Sacudida como nave más loca
En el Golfo Plácido, se desdobla
La poeta en lengua que se desboca:
Hablando de su ardor, ella redobla
Sobre el cuero del maestro que se apoca
Como tal, baila desnudo y se dobla.
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