miércoles, 26 de enero de 2022

La escalera de Jacob segun el poeta Jose Pulido (2A)


 La Escalera de Jacob según José Pulido (2A)
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Espacios del Adiós y otros poemas (2020)
José Carlos De Nóbrega

Espacios del Adiós y otros poemas. Antología (Editorial Ítaca, 2020) de José Pulido con prólogo y selección de Milagros Mata Gil, es un libro muy bien estructurado que nos revela las líneas discursivas de la poesía de su autor. La antología como tal cumple con su cometido en la delimitación y presentación de este importante polígrafo venezolano. De un universo de cien poemas, la antologista escogió treinta muestras muy ilustrativas del poeta Pulido. En el prólogo, la ensayista de raza Milagros Mata Gil, desarrolla una aproximación muy pertinente. Refiere el alma transgenérica de un escritor que vincula en un diálogo natural el verso con la prosa, esto es la conversa no exenta de afinidades y cofrontaciones entre el poema, el Dios, y la prosa, el Diablo de la Poesía como si se recreara el libro de Job. Ello en el contexto de la misma propuesta antológica dupla. Los espacios del adiós, capítulo ligado a la cotidianidad considerada poéticamente, y luego De amores será, referido a la poesía amorosa consanguínea, de pareja y de encuentros furtivos causales. Mientras la lectora atenta se afinca en su afán hermenéutico, tempo dialógico como velocidad en que debe interpretarse la obra de arte, este reseñista compulsivo se mueve en una hermenéutica también, sólo que de giro teológico en la liberación.

En el primer panel, Los Espacios del Adiós, observamos un oratorio y confesionario a la manera jesuita, ello en una indagación ecléctica de la cotidianidad. Nos llama la atención que los primeros versos en este apartado y el que le sigue, estén en cursivas. Por lo que nos dio la impresión de un aforismo que el corpus poético comenta a la manera del maravilloso conceptismo de Baltasar Gracián. Si esto no es deliberado de parte del poeta y su aliada que lo antologa y lo edita con cuidadoso afecto, suponemos un milagro del discurso poético. El primer poema,  Oraciones, parece apuntalar nuestro capricho argumentativo: La oración en la reiteración católica y catequista, implica un diálogo significativo con Dios trino liberador, el panteísmo, el escepticismo y el hombre fortalecido en su precariedad. "Gracias Señor por dejarnos la intensidad del recuerdo / al arrancarnos cada paraíso". El uno y el otro, complementa en un mismo tono el texto de arranque, Ars poética mística sin levitación ni accesis barroca.

Para que después no te quejes, esboza una Teología liberadora e informalista sobre el Destino que ni es manifiesto de imperio, ni claudicación conformista con las voces autorizadas en la usurpación de un Dios silencioso y equívoco. Ello por vía de un teorema religioso impostado en su construcción y desalojo del ímpetu coral y vitalista del alma y la psique.

No estamos alegando que Pulido sea un papista de nuevo cuño jesuítico, sino un militante comprometido de la poesía exento de dogmas religiosos e ideológicos. Los soldados afuera, resulta Bestiario extraño, inquietante y ejercicio de metáforas comparadas. Se humanizan a las bestias para denotar la incredulidad ante los hombres y la Historia tan desencaminados en lectura dupla. La poesía es militancia en inteligencia mística desmitologizada, pues no cae en la confortabilidad del panfleto ideologizado ni resentido. Los dinosaurios de Monterroso y Charly García persisten insomnes en nuestras ensoñaciones.

Madera es mixtura entre el bestiario entomológico a lo Buñuel y un fado de maderamen y saudade marina que atraca en un puerto viejo y desolado. Las termitas se roen a sí mismas fecundando a una garota o rapariga gustosa e impúdica. "Por ejemplo, aquel rostro plácido y sonrosado / partió en feliz galope por todo el campo del morir?"

La esencia de la espina, "Creo en el fantasma de la realidad / creo que la realidad fallece a cada rato y nos espanta / cotidianamente", supone angelogía que iguala y complementa a ángeles y demonios, ello en el corazón atribulado del Doctor Jekill quien no pudo escindirse de Míster Hyde. La Espina incentiva el Dolor como catarsis del alma hecha coro anárquico. Mientras la Espita involucra la expulsión del agua bullente en caudal que nos ahoga.

De carreteras legendarias, tenemos poema objeto transubstanciado en postal fotográfica comentada, simpática y abierta. Parece una puesta en escena de vodevil, quizás un ready made en tiempos de Pandemia que dice teología y ontología micros aliñadas con humor picante. " Homero como panela de San Joaquín es descenso / Y Ulises pasaba al lado de la isla / sin intención de llevarle a Penélope / un dulce de leche, unas catalinas, un detalle" en el sueño de Petra con libro abierto.

Otro de nuestros poemas preferidos, Aquí entre nos, revisando esferas, arranca con un precioso aforismo, "Dios es como un niño infinito que todo lo desarma y todo lo acongoja". El corpus o comento poético se hace epístola inconforme a la Ira de Dios en favor de sus pobres criaturas sufrientes. Se trata de Job disconforme, sí, como su propio libro, pero concebido diplomático habilidoso como mercader judío en despliegue del regateo, " No deberías destruir la existencia / porque ya la abundancia del mal lo está haciendo ".

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