RELECTURA EN TIEMPOS REVUELTOS
José Carlos De Nóbrega
Dada la coyuntura que enfrentará la
República el año 2016, sugerimos releer una serie de títulos en su diversidad
temática y genérica, amén de su pertinencia hoy. Tenemos los tres tomos de Capital y Desarrollo de Domingo Alberto
Rangel, tríptico aguafiestas que esclarece la índole de nuestro malestar
estructural. Asimismo, recomendamos Breve
historia de la revolución mexicana de Jesús Silva Herzog y La revolución y la guerra de España de
Pierre Broué y Émile Témime, los cuales suponen una revisión crítica de ambos
procesos revolucionarios que excede la propaganda maniquea. De la comprensión
cabal del proceso histórico que nos toca, es menester la disposición del
espíritu y un temple de ánimo enclavados en la rebeldía: Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce, El Hombre Rebelde de Albert Camus y los ensayos de Manuel González
Prada publicados por Biblioteca Ayacucho. La Poesía del Decir constituye un
bastión imprescindible de toda revisita literaria: Taberna y otros lugares de Roque Dalton, Verso y Prosa de Blas de Otero, la antología dionisíaca y
prevaricadora El Árbol de la Memoria
de Jorge Teillier y la colección en verso y prosa Umbrales de la Memoria de uno de los nuestros, Juan Ruiz Peña. No
podemos obviar los ensayos iluminadores e inmediatos de Susan Sontag, una
escuela viva de la sensibilidad humanista. Tampoco el hálito poético y
subversivo de las novelas Sostiene
Pereira de Antonio Tabucchi, 2666 de
Roberto Bolaño y Percusión y Tomate de
nuestra Sol Linares. El llamado es a que no nos pille desprevenidos la tormenta
por venir. Bien lo vale el ejercicio vital y lúdico de la relectura, tal como
nos lo enseñó Vladimir Nabokov y sus Lolitas mediantes.
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