lunes, 25 de abril de 2022

25 de abril en este tercer año de la Peste. Jose Carlos De Nobrega


 25 de abril en este tercer año de la Peste


A los capitanes de la revolución de los claveles que rehusaron ser poder y más de lo mismo

Hace cuarenta y ocho años cayó el Estado Novo
Del Doctor Oliveira Salazar en Lisboa.
Yo iba a cumplir diez años en Caracas y no recuerdo
Que Mamá Augusta solapara estupor en su rostro severo y afilado.

Los oficiales medios abominaron muerte en ultramar:
Angola y Mozambique eran emboscada y estocada
Que supondrían vida de ultratumba al Colonialismo
Hasta un insoportable, soporífero y nuevo aviso.

Camoens cantó con grandeza la vocación depredadora y colonial de Portugal,
Lo que lo convirtió a su regreso de Asia en cíclope mendigo
Y desilusionado con la muerte de Don Sebastián en Alcazarquivir.

El Capitán Maia, subvocalizando al aventurero Sotomaior
En la épica trasatlántica y antifascista del Santa Liberdade, 
No fue el gran cacao portugués pero remató al ídolo de mamá en segunda muerte definitiva.

Balance General (por completar). Jose Carlos De Nobrega

Balance General (por completar)


Que yo  recuerde, el brasilero Carlos Néjar hizo uno muy suyo
Titulado Del detal y sus balances, poema memorable
Y ejemplar que imposta el tedio, el detalle y el morbo
Cuantitativos de los contadores públicos justificando la avaricia

Y la arrogancia de las empresas capitalistas, sepulcros marmóreos
En los que yacen carroña, artificio y estropicio.
Que no me disculpen mis amigos contables
Este intento mío por cobrarme a mí mismo tanta factura pendiente.

No cuento con tecnicismos ni sangre fría suficiente
Para maquillar la fragilidad de mi negocio
Que contrabandea libertades bajo palabra embustera.
 
Abomino o, mejor aún, disimulo juramentos de oficio
Embadurnados en la hipocresía de la que todos formamos parte.
Esta teneduría de libros contables se viene con su indiscutible doble rasero.

2
Antes de iniciar mi Balance General entre el naufragio y el cautiverio
Que me enseñaron Cervantes, Marcos Ana y Miguel Hernández,
Me recuerda Saulo de Tarso, contralor y psiquiatra,
Que sé lo que he de hacer pero al final esto no acometo.

Si bien como a la carta frugal de Juan el Bautista,
Espinos y miel silvestre, no es poderosa mi ars profética,
Pues no he hallado todavía Hérodías que me dé beso de lengua
Previo a la ejecución sumaria de reo notable e irreverente.

Tampoco tengo los cojones de Job, pese al dolor compartido entre Nos,
Quien se rebeló a Dios teniéndole tantita fe vigorosa
Porque no se vale fregar al justo en estrategia ajedrecística

En la que el Diablo y Yahve ahogaron su hegemonía inútil.
Gana Job, restituida la justicia, y la humanidad de Catulo
Quien me alienta a escribir poesía en mis afectos y mis odios.

3
ACTIVO DISCRIMINADO

En primer término, esta Cueva de Platón en Valencia-Sulaco
Que mi esposa ida a no sé dónde edificó conmigo
Pésele a quien le pese. Se cree aún que soy guachimán
Y no custodio ni salvaguarda de la Casa que Ella me aparejó en su Amor inquebrantable.

Home sweet home que dócil se adapta a mis caprichos
Y vaivenes de solitario amo y peor ocupante: Hoy sucia y entenebrecida
A la par de mi pereza, abandono y conspicuo desaliño
Reñido con la santidad informalista y franciscana escarnecida en mala mayordomía.

Por eso los lápices, los cuadernos y los libros se me esconden
En este laberinto con pocos espacios libres y despejados.
Si mi esposa ciega no pudo avenirse con las tinieblas,

Hasta hoy mi viudez cíclope se desenvuelve en torpeza satírica
Que nunca conocí en la savia de mi árbol genealógico.
Soy pues como un raro injerto con mis versos de Pau Brasil.





miércoles, 20 de abril de 2022

Un angel, la lluvia y la cronista. Jose Carlos De Nobrega

 

Foto de María Jesús Mendes

Un ángel, la lluvia y la cronista


El cielo de Pascua en Valencia la descoyuntada
Persiste nubarrón gris, adiposo y reprimido,
Contiene el agua y la saudade que me refresque
Soledad y aprendizaje, café cerrero y amargo

Que amago negación del Yo que es aún brindis suspendido
Sin apurar de un trago en quemazón de la culpa.
Soy, pues, convidado desatento con mi Dios anfitrión y trino.
Por eso este bajón que me deja tan exhausto en camastro apóstata.

Me asomo al vasto museo de mi paisana María Jesús, perla mediterránea del Caribe.
No paso desapercibido a su avispada y tersa mirada,
Ella me acomoda en una sala cálida para el buen ver.

La curaduría de su alma cronista y fotográfica llueve a cántaros
Una joven ángel ataviada de negro que baila despreocupada 
Bajo aguacero en Caracas que me acuna Cristo lánguido entre sus brazos piadosos y maternales.

2
María Jesús recoge la imagen de la ciudad que desparrama.
Si bien le molesta el desmadre de nuestro mundo hacinado,
Su poética tan sólo necesita tres segundos para proveernos milagro alucinante:
La nínfula angelical dark baila sola su independencia

Como las abuelas de Mayo un tango con sus muertos y desaparecidos
Insípidos a la mirada indolente y atrofiada de no tan pocos.
Le bastan cadencia y melodía de lluvia negra y enfática
Tamborileando su cuerpo, la calle y la cuneta, órbita en Gracia

Para desatar coreografía ska que me desmoviliza melancolía cíclope.
Meu olhar tristonho acompaña su Anunciación sinfónica
Y erótica como lindura angélica del Evangelio de Mateo según el cine poesía de Pasolini.

Cabalgo la miopía festiva y mi lengua ibérica
En sus pechos que brincan desquiciando la Procesión en Caracas.
Cristo se levanta del Santísimo Sepulcro y echa un pie con Ella camino a Emaus.

3
Baila y no te detengas, mi Sulamita gozosa de Sí
Y del morbo voyeurista que se solaza en tu danza lluviosa!
No te encunetes en los pasillos libertinos y totalitarios de papel tapiz
De las cárceles y los manicomios en que confinaron a Sade.

Por eso te pillamos Legión púber oblicua de vaguada,
Caudal y carama sin damnificados que lamentar,
Alud de Amor surfista y desnudo en lava fresca
Vindicatoria de pulsión vital sanguínea y lírica.

Eres ángel soberbio, exterminador de mezquindad
Y onanismo en la oscurana. No tienes a nadie mejor que te escriba y fotografíe
Como mi hermana María Jesús quien te trajo a mí:

Fármaco despiadado para con mi suplicio de Job,
Más me vale su rebelión insólita que su dolor urticante
Al punto que Dios no jugaría más a los dados la vida de otro justo.

4
María Jesús insiste en hacerme cómplice complacido
De sus miles de puestas en escena encantatorias.
Desde desfiles de moda portátiles en exhibiendo
Arte vestuarista reciclado que desnuda al Emperador

Y al resto de su Corte carmesí, pasando por Hamlet
Siendo o no siendo mientras soba cráneos kitsch de vaca,
Hasta sus álbumes de fotos y crónicas que nos acogen
Inquilinos agradecidos de la Casa ciuadela que Ella es y lleva a cuestas.

Pero de dónde nos sacó a este ángel llamado Lolita
Quien escapó de la novela de Nabokov bailando emparamada en la calle fauvista
La canción homónima de Orquesta Mondragón en nuestras propias narices húmedas?

No sé si la cosa es casual o causal. Nos resta dejar los afanes y la depre en cuarentena,
Ponernos franela y jeans negros, salir de la Cana real e inducida,
Sacudirnos la hidrofobia y bailar comparsa mojada que la siga sin que nada más importe.



viernes, 15 de abril de 2022

Viernes Santo 2022 en Valencia-Sulaco. Jose Carlos De Nobrega

Viernes Santo 2022 en Valencia-Sulaco


Mientras mis vecinos se avituallan de agua
En este temporal seco y harto agobiante,
Me conformo con escribir sonetos de madera hueca.
Nada qué ver con Cristo ni sus mitos supersticiosos inducidos.

Ni siquiera transfiguro suplicio de Getsemaní
En Pastiche Criollo a la manera del Marqués de Sade
O en parodiando cuentos inmorales de Anais Nin
Que se acunan caricias, lengua y lascivia en Delta de Venus.

Morella se pinta autorretrato y se esculpe busto al punto:
Bajo la remera negra de algodón, sus pezones erectos
Apuntan a mis ojos y a mi boca húmeda de Cíclope

Como buscando compensarme tribulación en la periferia del Gólgota.
Me reconozco sonetario charlatán, crudo y compulsivo
Pese a los consejos de mis hermanos. Piedra soy desmoronándome.

2
Acabo de inaugurar este viejo cuaderno de Actas
En la sobrevivencia escritural, cíclica e incómoda
De esta Pandemia incesante que tan sólo prolonga
Nuestra crisis de pueblo que me invade la adultez

Con dolencias y anomalías estructurales de Templo
Al que no es posible renovar cédula catastral
Ni permiso de habitabilidad. No hay vacuna
Ni funcionariado venal que sostenga Gracia de artificio.

Sé que la Beatriz dantesca abomina de mi literatura referencial
Y mis relatos del Día del Juicio Final. Recordé su impío silencio
Respecto al verso libre y prosaico de mi Libro de los Muertos.

Por tal razón, desterré su mal querer en fosa común
De la memoria, para comprender este viernes necrófilo
Que sigo tapiado en vida como el gato negro de Poe.

3
Creo que se me acusa de tanta mala cosa junta.
No sé si ya me tienen el veredicto y la sentencia,
Pues se me juzga en ausencia sin la debida defensa.
El ruleteo judicial mío se equipara con el de Cristo y luego el de San Pablo.

Languidezco esta viudez que se me hace tan larga
Como la de Mamá Augusta o como mi matrimonio con Yudi.
No me importa que me culpen por escribir poesía majadera
O por empecinarme en ser tan mal funcionario.

Pero no reconozco la infamia por la que me hacen reo:
Haber dejado ir a mi madre, a mi hermano y a mi esposa 
Con indolencia de extranjero y de apestado.

Sólo me resta confesar que he conversado con sus retratos
En la elíptica de los tiempos. Me sostengo Pereira, viudo de viudos,
Esperanzado en redimirme piedra de tropiezo que se oponga a la villanía y el cinismo del mundo.

4
Me siento y me concibo, más allá del cuerpo estragado,
Mar trino liberado por Dios, la genética, la poesía y la música.
Soy Caribe, Atlántico y Mediterráneo mixturados en Unidad
De entrañable y extraña forma de vida, Amália Fado de mi Alma.

Contaba con diez años recién cumplidos y casi dos sin padre,
Cuando la Revolución de los Claveles inundó a Portugal.
El doctor Oliveira Salazar no había muerto cuatro años antes
Sino cuando el pueblo salió a las calles cantando la contraseña de Zeca Afonso.

Grandola Vila Morena se me vino canción de cuna libertaria
De Venezuela y también versión anarquista de La Internacional.
La Marsellesa según Tchaikovski en la Obertura 1812,

Apaleó el trasero y el rasero colonialista de Napoleón el corso,
Cosa que se repetiría en Vietnam y luego en Lisboa sin Angola ni Mozambique:
Cuándo carrizo comprenderán que O povo é quem mais ordena?