sábado, 27 de febrero de 2021

A Marhisela, mi amiga, mientras pase la infame varicela. Jose Carlos De Nobrega

 


La Viña de la Ira

A Don Rigoberto in memoriam

Resulta, Don Rigo, que esta Vida

Nos parió para ser Amos del mundo.

Dueños y mayordomos de una Viña

Que Dios nos la encomendó al punto.


Qué sentido tiene tanto esmero,

Por qué le hemos prodigado cuidados

Si la tiña le chupa savia empero,

Somos Job, Señores y luego apestados.


Hijoeputeo a la vil dama, desatino!,

Que te secuestró y te sedujo ahora,

Sin darnos dato de tu actual destino.


Dile a Yudi, muerta a mala hora

También, que apuro el amargo vino

De mi propia viña do la ira mora.


La Poeta, el viento y la mar picada

Cómo puede ser posible que el Gabo

Describa así de nos apoderándose?

Leí La Hojarasca de cabo a rabo

Y ah calor de Macondo empoderándose


Del frío caraqueño y adolescente.

La poeta se para de madrugada,

En puntas de pie, y muy complaciente

Se entrega a sí, al viento y a la mar picada.


La Poesía es silbido, arrumaco y rumor,

Nos sopla su lengua extraordinaria

Para que se anide en nos impune amor.


Desde tu espejo de agua, oh pasionaria!,

Envuelta en rocío libertario, primor,

Cantas coito de viento y mar en pía aria.


viernes, 26 de febrero de 2021

SONETOS DEL DESPLANTE EN CUARENTENA. Jose Carlos De Nobrega



 Isa, Daniel y el Benny

A Isabel Hernandez

Quién iba a pensarlo, mi querida Isa.

Tú, rockera y punketa, desafiante

Tu estampa en cuero que sintetiza

Un aura de ternura inquietante...


... Que ibas a retratar a Daniel Santos

O es más bien el fiero Benny Moré?

Cualquiera o ambos soneros de cantos

Cubiches hechos por ti, no esperé.


El cantante que sea dialoga

Con micrófono sobrenatural

Y cordón umbilical que ahoga


En marfil y ébano de pío cristal,

Al auditorio que vuelve a Taboga,

Ínsula y patria propia e ideal.



Dios Soneto y el sonetista trasquilado

A Luis Alberto Angulo

En cuánto tiempo se lee un soneto?

En cuánto tiempo se me lo escribe?

Supongamos que se lee en el minueto

Puesto en sonata de claro aljibe.


Se me escribe con viscoso tiempo

Apurado en la tierra ennegrecida.

Entretanto la Poesía a destiempo

Abomina de mi afán deicida.


Ella en el más cruento adagio andante,

Pretexta ocupaciones dispares,

Citas con sonetistas de talante


(Mucho mejor que el mío) a mares.

Ella sólo cuece otro desplante,

Serrín de mis sonetos bipolares.



Soneto a la poeta ante el espejo

A Marhisela Ron León

Quién eres tú, poeta tan ardiente?

Se perturba un maestro escritor,

De una a la una, solo y sin mordiente,

Pendiendo del mar en el retrovisor.


Lee, relee, balbucea y escucha

La voz de la hembra que le estremece

En cama apóstata mientras la trucha

Se cuece en olla que el fuego mece.


Sacudida como nave más loca

En el Golfo Plácido, se desdobla

La poeta en lengua que se desboca:


Hablando de su ardor, ella redobla

Sobre el cuero del maestro que se apoca

Como tal, baila desnudo y se dobla.

lunes, 22 de febrero de 2021

SONETO DE MARIA ENCANTANDO A UN GORRION. Jose Carlos De Nobrega

 


Soneto de María encantando a un gorrión

Un evangelio apócrifo me cuenta

Que Jesús desde la matriz muy niña

Creó un gorrión con una rama de menta

Y luego lo hirió con afán rapiña.


Su mamá María lo tomó del suelo,

Se transfiguró en poeta y verso a verso

Curó al ave con lección pía de vuelo,

Maestría sube y baja a pulso terso.


Tobogán de besos, miel y te quiero

De la Virgen Luz al buen gorrioncito,

Bendito como último que es primero.


Y entonces, Jesús como caballito

Que se quema a galope cuatrero,

Alumbra a José el celoso inaudito.



Joropo mirandino para Rigoberto. Jose Carlos De Nobrega

 


Joropo mirandino para Rigoberto

A Don Rigoberto Valera 

Ah, Rigoberto, Caraj!

Tal bicharaca no espanta: 

Es buche y pluma na maj!

Ni su nombre ella se aguanta.


Ah, enfermera catirrucia,

La Covid de diecinueve,

Rigo, con suma astucia,

Palmea nalgas que ella bien mueve!


Ah, viejito vivaracho,

Te dice la vil catira,

Esta vez no pelas cacho,

Pues me gusta el que revira.


Ah, caballito viejon,

De la manada de Valera,

Pellizcame de un envión

Toda y seguí la gozadera.


P.S.: El autor de este joropo solicita el arreglo del gran tecladista Víctor Morles y la voz de Rafa Pino, quienes son los mejores exponentes hoy de este género musical y picaresco muy venezolano.

viernes, 19 de febrero de 2021

Sonetos Apestados. Jose Carlos De Nobrega

 


Salmo 23 trizado

Me regodeo yendo y viniendo

De éste mi valle de sombra de muerte,

Engendro informe que va perdiendo

Vara y cayado en su infame suerte.


Mi Pastor enmudeció en su ceguera,

De manera que ando y desando a tientas

Esta Cueva de Platón en reguera

De libros viejos e incobrables cuentas.


Mis angustiadores me echan de casa,

Han ungido mi cabeza de hollín

Y vomito una apestada babaza.


No te condueles nada de la crin

Erizada del gladiador sin coraza,

Atrapado en este hastío sin fin.


El gato castrado

Un gato gordo está en una jaula

A la espera que la mano lo castre.

Un ratón se goza con gato maula

Porque minino castrado es lastre.


Solo e impotente el felino grandote

Ronronea el alba de hiel eunuca

Que lo arrebatará del cambote

Gatuno que en los tejados batuca.


Mañana este tigre sin la simetría

Inigualable que cantaba Blake, 

Será de felpa, de vana orfebrería:


Esponjoso como a birthday cake

Rígido en la mullida mueblería

De la sala: Only a bitter grape!


El zamuro muerto

Frente a mí el zopilote bien muerto.

Se estrelló en el horrible espejo

De la Torre Da Vinci, el entuerto

Urbano que no tiró el muy pendejo.


Gallinazo heroico y suicida

Yerto e ingrimo en el pavimento:

Como en San Mateo, Ricaurte regicida

O en Barbula, Girardot monumento.


Pero he aquí la contrariedad:

El avechucho se salió del bronce

Para sacudir la notoriedad


Fetiche de Bolívar que desgonce

Decaído de patriótica ebriedad

En la república que hoy se tronce.



Soneto Culinario

A Marhisela Ron León

La poeta triza papas y apio

Mientras escucha poemas apestados

Que se cuecen en caldo escolapio

Y ateo de salmistas desengañados.


Las voces son bastante variopintas,

La crema pía y muy espesa borbota

Verdor vegetal en líricas tintas,

Saliva el paciente su compota.


La hechizera embala el buen potaje,

Suero nutricio que aliente al viejo,

Bonus que deje al virus sin aguaje.


Con pulsión de vida y sin dejo

De amargura que lengua amortaje,

Cede la varicela y yerra el tejo.


Soneto depresivo pero no tanto

A Marichina García Herrero

Una muy señora poeta entristece

Al recibir visita de la Depre,

Doña que a su puerta amanece,

Su rostro oscurece y su genio lepre.


La sierpe depre le muerde el tobillo,

La inmoviliza de palabra y andar,

Boa constrictor, alucinado ovillo

Al acoso del limpio calcañar.


Sin embargo, la poeta despierta,

La toma por la cabeza y la cola,

Brinca la cuerda que se desconcierta.


"Patas arriba en el techo" una bola

Informe, enculillada e incierta

Se espeluca con la Oda a su Adriano.


Glosario para un poemario de Raquel

A Unibe Raquel Santeliz

Nuanua es vasta terredad de Carora,

Aromada de cocuy y guitarra,

De donde usted proviene señora,

Ichaba ishay que nos achicharra.


Kerre, Kerre, luna idolatrada

Por Unibe y su Taita Cayatagua,

Pero no por Nuchianoma, camada

Barbada enemiga del clan ajagua.


Unibe es la hermana del Morere,

Sinuoso y enigmático río comunista

Que con amor incestuoso la quiere.


Unibe Raquel, la poeta, fue vista

Antes de nacer, quien lo concibiere,

Por Guillermo Morón el hispanista.

jueves, 18 de febrero de 2021

Abro de nuevo la puerta. Jose Carlos De Nobrega


Mi Karen revolcándose de delicia en la sala de la casa natal en Lomas de Funval, ante la mirada feliz de ANGELICA, mi sobrina

 Por fortuna, la puerta sólo duró un día cerrada. El respaldo de mis amigos, las canciones que me obsequió Meche Hernandez por Soda 95.1 FM, y quizás mi conciencia aguda de mis dolencias, me hicieron cambiar de actitud. La depresión, en este caso, fue momentánea como si se tratara de un lapsus mentis. No hay mejor manera de abrir la puerta y apuntalar la casa, que la Poesía, ese portento humano que nos reivindica en la desazón de adentro y afuera. Va este breve diálogo entre Lêdo Ivo y Antonio Machado, quienes son grandes amigos que trascienden las limitaciones de espacio geográfico y de tiempo convencional. La virtud de la Poesía del buen Decir, radica en la multiplicidad de lecturas que nos sugiere sin importar qué tan dura o confortable es la circunstancia que vivimos.

Lêdo Ivo:

El Tropiezo. (La traducción es nuestra)


De mañana de tarde

Al caer de la noche

Subiendo la colina

Tropiezo en Dios.

Nada le pregunto.

Ninguna respuesta

En la hora espacial

Que pasa en blanca luz

E incómoda claridad.

No voy para donde voy

Ni vengo de donde vengo

Cuando subo a la colina

Y sin ningún cansancio

Alcanzo la pura altura

De amor y galaxia.


Antonio Machado, tomado de la mano de su primera esposa, Leonor Izquierdo Cuevas:


En Santo Domingo,

De misa mayor.

Aunque me decían

Hereje y masón,

Rezando contigo, 

Cuánta devoción!

P.S.: Mi agradecimiento a tres poetas de mi alta estima, quienes me han enseñado en breve tiempo a convivir con mis otros yo. Ellas son Marhisela Ron León, Unibe Raquel Santeliz y Marichina García Herrero. Marhisela con su entusiasmo autoafirmativo y su voz física y poética de un erotismo del Decir. Raquelita por descubrir los rostros de mi Legión interior polifonica, disfuncional a veces y amorosa hoy, no importa este tropiezo corto. Marichina por imprimirle dulzura a mi propia escritura que se ha depurado de tosquedad y de despropósito inconfesable. El maestro termina por ser alumno de sus muy lindas y buenas alumnas. 

lunes, 15 de febrero de 2021

Bono de una Guaricha de Puerto. Jose Carlos De Nobrega

La poeta Marhisela Ron León y la pequeña Frida. Y el pequeño gordito de Diego Ribera?

Nuestra poeta nos hizo llegar un complemento de su poemario "Bonus", como si fuera un organismo en pleno crecimiento. Son cosas de la poesía viva. No en balde, Juan Calzadilla reescribe sus poemas y publica por lo menos una antología al año. La Poesía no es compartimiento estanco ni formalismo estético y literario, sino una fuerza sobrenatural que no cesa en la configuración de su cadencia y melodía en la musicalidad del mundo.


Una poeta con sombrero como en un cuadro del viejo Emilio Boggio

Sé que " Bonus ", y esta segunda parte "Bonus (Restante)", son títulos provisionales de un cuerpo poético precioso y seductor por demás. Pero me gustan porque nos introducen en un libro que se construye a perpetuidad. Claro está, me dejé de escribir libros definitivos y lapidarios. Mis títulos de ensayo y cuento sientan bien con esa noción del libro abierto, categoría viva que exhibe el proceso de escritura por dentro y al punto posee el misterio o la poesía sabrosa del enigma de la vida misma.

Entonces, este poemario es un díptico dinámico del proceso escritural de la muy agraciada Marhisela. Vamos, pues, a conversar con este segundo panel poético esencialista. Los poemas eróticos siguen allí, aguardando por la sensibilidad del lector que apuesta por el ardor. Sólo que se funden en un coito bonito y plácido con textos de afirmación ontológica en el asombro y la duda, un ejercicio de prosa poética conversada y sin pretensiones hermenéuticas, un soneto gustoso y otro de ars poética del Decir, la miniatura que coquetea con el aforismo, el ars poética personal y el Elogio vitalista que destila la gratitud por lo vivido y lo recreado con el poder comunal de la Palabra.

Lo que me atrapa de esta colección poética provisional y muy bien cincelada, es la combinatoria del discurso directo y auténtico con lo contingente y lo bello, que sugiere como quien no quiere la cosa, esto es de guisa indirecta, múltiples lecturas maravillosas. Por ejemplo, no hay referentes físicos de una paisajística, pero el paisaje porteño interiorizado está latente. Esa musicalidad del reggae de Marley, Los Pericos, Los Cafres y Paralamas alienta sus muy diversos registros. Incluso los boleros de Ítalo Pizzolante. El cuerpo es playa, mar calmada o picada, o arrecife de coral sublimados con impunidad silenciosa.

"La mujer que a mí me gusta", que inicia el segundo panel, es un grandioso texto confesional de afirmación femenina. En este cuadro, la autoafirmación no es egocentrista ni corresponde a la sonsa estética de los selfies tan en boga banal y mediática. Es la ráfaga de la autoestima de la hembra muy suya que tanto seduce a hombres de buena voluntad. La Guaricha se nos presenta selectiva en materia de emparejamiento, pero en el afán de reivindicación del panal comunitario y, por qué no, matrimonial de a de veras. 

He aquí la cabeza de la serpiente mordelona: " La Mujer que a mí me gusta / llegó una madrugada de noviembre / sin prólogo ni pie de página / llegó con nombre propio en la poesía ". Y esta es la cola mordida: "se escribe a sí misma, se asoma al éxtasis y arde / tanto, tantísimo / la palabra, curiosidad y asombro la convocan / la mujer que a mí me gusta es real y vive conmigo, desde siempre". Este intervalo comprende la tozudez mística de Santa Teresa y el egotismo de pulso firme de Rufino Blanco Fombona. 

Por lo que su Ars Poética se vincula con su propia pulsión vital. Corazón pleno y enigmático que se nos abre en una escritura rigurosa y transparente: " escribe un poema que ni Dios olvide / besa un poema en sus reglas y códigos / multiplica un poema que talle los huesos y quite las penas". Este es el terceto de cierre del soneto "Escribe un poema por favor que guste". El Elogio al otro nos reconforta con solidaridad y agradecimiento. Desde el que le dedica a su Capitán de barco y de convivencia ("Nuestras manos"), hasta el que abraza a otra amiga en la poesía, Rosaria. La poeta nos invita al mundo de sus afectos, como si fuéramos el amigo o el hijo pródigo que regresa de un largo viaje. Nos enganchó "Estoy atenta", una cuidadosa estampa de nuestra Caracas natal, la cantada por Billo y en donde el calor lírico de Macondo importunó el clima frío de nuestra preadolescencia de quince grados.

Se trata, estimados lectores a los que también amo, de una escritura decidida del afecto superlativo sin cortapisas ni mecanismos de defensa. Se es, Se es, valga este palíndromo extraído de Canaima, el paisaje feraz y la mejor novela de Gallegos.


"Mis raíces" constituye un frondoso Samán de genealogías, vivencias y esperanzas, que sembrado en el paisaje de costa dialoga con el uvero, el Paseo de la Marina o el Astillero algo abandonado, no obstante el bullir insistente del Puerto. La Alcantarilla, antes el doloroso teatro del Porteñazo, es ámbito recobrado por la gratitud y la gratuidad de la educación sentimental con que Marhisela nos contrapresta al atardecer.

"Debo dejar fluir la conciencia" es un atrevido y magnífico poema en prosa, sin pausas, conversado, malpensante en imágenes y metáforas elementales, flujo y reflujo de un solo tirón de lectura y escritura por la Legión con su vocerío interior disonante pero sinfónico. (J)oda primaria que recompensa toda búsqueda filosófica y estética que no nos da respuestas automáticas, sino que nos enseña a formular interrogantes mucho más vivaces y menos pretenciosas.

"Mi mundo terco" se nos antoja un bolero inquieto como los que ponía en escena La Lupe. La más pura e intensa poesía confesional que resuena en el oído: "Me hago libre, me hago ultimátum y terca en el decir". O qué tal este poema aguerrido del poemario escrito y vivido en cuarentena: "Los versos también se visten / se extienden en una cuerda de alambres de púas / como banderas en tiempos de guerra. // La ropa a veces suele verme de reojo con una pizca de vergüenza en el closet. // Algún algodón, poliéster, rayón, / resiste en ganchos que conocen de historia. // Puedo creer que salen de fiesta / mientras duermo / resbalan campantes por las calles de noche". Ars Poética que no reniega del desconcierto ante el despropósito del mundo ni de la confusión de la casa que nos habita, susceptible de reordenarse y recomponerse en compulsión rebelde.

" Yo me desnudo también para mí " nos insta a sostener un diálogo trino, placentero y fructuoso entre el cuerpo, la mente y el espíritu. No debe confundirse con aquellos seres infames que ante la TV por cable y las redes sociales, en la oscuridad del cuarto premium de un hotel de lujo, se masturban envileciendose cuando hay tanta mujer buena por allí, como nos lo contaba Facundo Cabral. Es Ontología auténtica y cantada que se traduce en conversación que apuntala el idilio del cuerpo, la personalidad, la emoción, la fe y el intelecto sobre las sábanas y a través del espejo que la Poesía aroma y desempaña respectivamente.

El poema breve se asimila al quehacer ingenioso y legislador de adentro y afuera con que nos reconviene y vindica el aforismo. "Tengo un verso censurado / que se mece en mi vestido / que vigila mis caderas / mientras caminamos juntos". 

Definitivamente, este incunable libro nos recuerda que la literatura escrita por las venezolanas hoy nos gusta una barbaridad. Acompaña escrituras entrañables como las de Sol Linares, Ximena Benítez, María Alejandra  Rendón, Marichina García Herrero, Niddy Calderón, Íngrid Chicote y Noris Nicoliello entre muchas otras. Dejense seducir, sin miedo ni prejuicios patriarcales, por esta Guaricha porteña y universal. Les reconfortará con la serenidad de las aguas de Puerto Cabello, no obstante lo bullente de sus benditas y muy traviesas corrientes submarinas.

domingo, 14 de febrero de 2021

Con Claudia viendo a Salamanca nublada. Jose Carlos De Nobrega

 Este cuento es un canto entusiasta y amoroso dedicado a la Ciudad Áurea de Salamanca, cuando en el Otoño de 2015 dicté en su Universidad, la casa eterna de Unamuno, un curso de literatura venezolana, cuyos autores son los personajes del relato.

Fue publicado en la página web Crear en Salamanca, gracias a la generosidad del catedrático salmantino y poeta peruano Alfredo Pérez Alencart. Luego lo hizo el blog del grupo Li Po, por acción de Richard Montenegro. He aquí el link de Li Po que además está ilustrado primorosamente:

http://grupolipo.blogspot.com/2015/12/con-claudia-viendo-salamanca-nublada.html?m=1

Este cuento o crónica imaginaria fue escrita el 23 de noviembre de 2015, a las 3 am. Lo leí en el Aula Magna de la Universidad de Salamanca uno o dos días después.

En físico se publicó en suplemento especial del diario Ciudad Valencia el año 2018.



Dones de una hembra resuelta. Jose Carlos De Nobrega

 

La poeta porteña de Venezuela Marhisela Ron León en todo su esplendor

Después de una década, nos reencontramos con la poesía erótica de Marhisela Ron León. Habíamos presentado su primer poemario "Íntimo" en el año 2010, publicado por el perro y la rana, Sistema Nacional de Imprentas, Carabobo. He aquí el link de la reseña en cuestión: 

http://salmoscompulsivos.blogspot.com/2010/09/el-perfume-hembra-brava-jose-carlos-de.html?m=1

Pues nuestra poeta padece todavía de erotismo lúdico recurrente, a Dios gracias, ello en un Decir inmediato, claro y caribeño. Ni el discurso poético ni la pulsión de Eros declinan en este segundo volumen de poesía, "Bonus". Ni siquiera en el contexto de la cuarentena entre endurecida y flexible que se ha empoderado de nuestra cotidianidad. 

Heredera del legado poético, audaz y sensual de María Calcaño, Marhisela Ron León se vincula también al desparpajo de poetas mestizos como los brasileños Manuel Bandeira (Arte de Amar) y Ana Cristina Cesar, quienes apuestan por una poética inmediata de los cuerpos fundidos en una sola y exquisita carnadura. Priva lo lúdico en ella sin desprenderse de un espíritu romántico muy terráqueo. 

" Trata de ver más allá / de solo un cuerpo desnudo / de quitarse la ropa / de tocarse / de sumergirse en su boca / de adentrarse en sus piernas".

Nos encontramos con la voz de una mujer vivaz y muy resuelta a la hora del goce erótico, de variado registro verbal hasta la impostura, que para nuestra fortuna nos desviste del pudor mediterráneo y nos rebautiza en la concupiscencia cálida del Mar Caribe. Como en el bolero de Tito Rodriguez, "Amor no es sólo sexo / también hay que querer", el coito o encuentro de encuentros no se limita a un desahogo fisiológico, sino se enriquece en diálogo humanístico de afectos. Ello en la humedad esencial y lúbrica, no desprovista de ganas, festividad y humor saleroso.

La hembra protagoniza el poema en un acto de liberación integral que hace añicos tanto al patriarcado como al feminismo extremo. Los géneros se complementan en un afán libertario compartido. La mujer no es objeto sexual ni víctima sumisa: Asume con alegría extremista los roles de maestra, curandera y madre fecunda. Eso sí, sin idealización ni ideologización (falsa conciencia) del acto o coito sexual como sal posible y esencial de la cotidianidad.

La escritora Marhisela Ron León

Las jarchas mozárabes presentan una poesía íntima de voz femenina, con que los poetas machos se deslastran de lo bélico en la acción y lo épico en el Decir. Antecedieron al Poema de Mío Cid como primeras manifestaciones literarias del castellano. En el caso de Marhisela, en muchos de los poemas se asume la voz de la mujer y luego la del hombre, indistintamente, a los fines de resemantizar el diálogo corporal y discursivo poético. De manera que como lo dice el poeta Lêdo Ivo, lo íntimo-erótico sea un motivo épico, pues "y, guerrero, por ti soy guerreado". 

" Compañero, / abandone la batalla / cuelgue las armas / rindase // sacuda el polvo de sus pasos / limpie el sudor de su frente / el ardor de su sangre / la rabia de acompañante // compañero, / no blasfeme / invencible soy el hombre / quien grita y libera // una y otra vez su nombre".

Los cuerpos de la hembra y el varón se liberan en la escritura fogosa y transparente de cada poema. Ello al igual que los caligramas que se fusionan en una danza vitalista sobre una cama en llamas. Recuerden que Juan Calzadilla recrea cuerpos desnudos que se frotan unos con otros, tanto en el trazo que los dibuja con simplicidad como en la configuración de un poema apasionado de locuacidad carnal.

La metáfora viva de la comunidad sexual entre dos, adquiere formas diversas relacionadas con lo lúdico.  Sea el complejo juego de ajedrez donde pugnan los roles del Rey y de la Reina, o el discurso chismoso de la baraja española.  Y especialmente, la corporeidad de dos que se hacen uno, alberga una Legión de voces diversas, contingentes y hambrientas de deseo y liberación del ardor.

"En mi cuerpo habitan / otras mujeres / distintas, particulares / ebrias, desalmadas // rebeldes, poderosas / dispuestas, sensuales / frenéticas, desbocadas / frondosas, aguerridas // en mi cuerpo habita / algún hombre / deseoso, valiente / libre, profundo // habitan en mi cuerpo / todos / con un canto / común". 

De modo que el sexo sea terapia liberadora y no perversión en la represión y en el exceso libertino. No son ciudadanos libres los depredadores sexuales, ni las mujeres frígidas. Tampoco las ninfómanas. Sólo se hacen acreedores de tal título de nobleza y raza, aquellos que se aman a contracorriente de los poderosos y los opresores. A pesar de usted, politicastro o milico, como le canta y le corresponde a nuestra preciosa poeta el gran Chico Buarque. 

jueves, 4 de febrero de 2021

Oracion Oveja Negra para Yulimar Tarazona. Jose Carlos De Nobrega

 

Yulimar con su clan familiar en pleno


A unos cuantos días de tu partida hacia otra nación llamada Nueva Jerusalén, más grande y curvilínea que la Brasilia que construyó Oscar Niemeyer y sus amigos poetas, se te extraña con sentimientos muy encontrados. Si bien Doña Pandemia no te llevó, pero si asistía de lejitos a la Pelona que no es tan fea como la pintan, nos conmovió tu muerte entre la rabia y la tristeza de un varón sufriente como Job reclamando sus desgracias al Altísimo. El destino o esa extraña escritura de Dios en la historia de la humanidad, te arrebató del planeta Tierra muy temprano. Ello en el mejor momento de tu vida, plena de energía y fecundidad (si bien ya tenías cuatro hijos, querías que tu propio clan fuera tan numeroso como la familia Tarazona).  Estabas muy linda, tanto tanto como la Flaca y bastante buena moza como la muy blanquita y rosadita de Yileima, una de las más pequeñas y consentidas de la casa. Todas tus hermanas y tú, tienen la sonrisa espontánea, impune y preciosa de Mayolis. Lo sonriente no quita lo valiente. Más vale un rostro bello y decidido ante el despropósito político y social, que una letanía amarga de quejas por parte de una fea beata o una mujer frígida por vocación. No se podía esperar menos de la raza buena, apasionada y vital de las hermosas damas Tarazona. Todas ustedes fecundas y más fructuosas que los árboles de mango de nuestra patria, muy atribulada pero enriquecida por sus paisajes y el amor de la gente de buena voluntad esperanzada en un cambio de a de veras. Por fortuna y atributo del Dios trino y liberador, se restaurarán las fiestas que convirtieron a los Tarazona en ejemplo de lindura, unión y solidaridad con el Prójimo. Tú lo sabes y tu espíritu estará con nosotros en todo bonche, agasajo, casorio, bautizos, cumpleaños o actos de grado. Nos imaginamos que te hallarás a gusto en un cielo no artificioso ni protocolar, mucho más divertido que la tierra que los politicastros nos pretenden quitar. Saluda a nuestros más entrañables muertos. Estarás tan a gusto y de lo más feliz allá, que intentaremos construir un mejor mundo en familia y sociedad, para irte a ver el día que nos toque. Amén.

Dos libros de Peru de Arteaga (2): Huellas. Jose Carlos De Nobrega

 


Kepa de Derteano y Basterra (Peru de Arteaga), Huellas, Edime, Caracas-Madrid, 1974, segunda edición, 238 pp.

Pos claro, manitos, A Idoya Derteano Gorostiaga

"Huellas" es un volumen de 13 cuentos que nos atrapó por diversas razones. La primera de ellas estriba en la condición de escritor católico muy crítico que lo relaciona con Graham Greene, Mauriac y Giovanni Papini. Esta camada desconfiada de sí y del despropósito del mundo que les tocó vivir, apela a la duda y la contradicción como constituyentes de la Fe. Don Miguel de Unamuno, otro de nuestros tutores proveniente del País Vasco, vivió así y muy intensamente su catolicismo. Fe que no duda ni se confronta con sus contradicciones, no merece ese sustantivo corto pero poderoso y liberador.

Otra de mis razones está referida a una literatura del exilio. Los cuentos poseen un itinerario que va de lo geográfico, cruza los idiomas castellano y vasco, a lo artístico y lo espiritual. Hay también un sentido afán de reivindicación de los oprimidos de aquí y de allá, fundamentado en el contexto histórico y atemporal bíblico. El escritor es profeta y legislador franco y díscolo. 

La escritura en prosa narrativa al igual que el discurso poético de Kepa, pertenecen a una transición que va del modernismo a la vanguardia. El post-romanticismo se integra al alba de las vanguardias en el que dialogan Europa y América Latina. Se parece al caso de nuestro Vicente Gerbasi, pues hallamos la contrastación, celebración y contristación de paisajes. El diálogo involucra a Caracas, Valencia la de Venezuela, Bilbao, Madrid o Amorebieta.

En el paladar lector queda el sabor fuerte del vino o café tinto muy tinto: Peru de Arteaga no rehuye de su egotismo que lo emparenta y diferencia al punto de la generación de Ruben Dario, Rufino Blanco Fombona y José María Vargas Vila. Su hija Idoya nos lo dijo: su padre tenía un Ego que no pasaba desapercibido ni le era indiferente a sus lectores.  Hablamos de un proceso ambicioso de escritura, digan lo que digan los demás.

El papá Kepa de Derteano y Basterra con su hijita Idoya.

Exploremos algunos de nuestros cuentos preferidos del libro. "No hay flores en el cerro" inicia el conjunto como piedra angular del templo. A través del fraseo corto, la enumeración y la metáfora viva, edifica párrafos de mediano metraje. Trata de una insurrección popular que desafía el Poder fáctico, como ocurrió en Argelia en ese entonces y luego en Caracas en 1989. Es evidente la alusión a los comuneros de Nueva Granada del siglo XVIII, reprimidos vilmente por la corona española. El protagonista y líder campesino y proletario Juan, se nos antoja una transposición de Juan el Bautista increpando el poder corrupto de Herodes el Grande. El discurso narrativo se apropia del cuento aliñandolo con el reportaje muy en la onda del Nuevo Periodismo de Capote, Norman Mailer y Tom Wolfe. Sólo que lo atenúa un aire romántico en la oposición estilística con el expresionismo del Van Gogh de Los comedores de papa. El narrador, seguro y dubitativo a la vez, se convierte en legislador y profeta impertinente, cuando se ocupa en desmontar el mito mal curado todavía de El Dorado petrolero. La crónica, el reportaje o cuento hace dudar al lector para despertarlo de un letargo consumista de clase media: "Pareciera, cuando lo leyeren, que es un cuento. Mas no lo tomen como tal. Mal les iría". La confrontación entre Juan y el nuevo Cardenal está marcada por la Teología de la Liberación evidente en los evangelios y desarrollada por Gustavo Gutierrez, Ernesto Cardenal y Leonardo Boff. No nos llamemos a engaño, Kepa no es un clarividente, a la usanza de Nostradamus, que previó el Caracazo del 89. Sino un analista político social como los profetas bíblicos. En su poemario " El Rebelde" le dedica un canto al Carlos Andrés Perez del primer gobierno. Su esperanza de poeta sería traicionada por la Venezuela Saudita y luego por la del infame paquete de medidas ultra y neoliberales.

"La Venus y el niño" se acerca más a los "Cuentos de Color" de Diaz Rodriguez que a "La mano sobre el muro" del último Meneses. Recrea la condición marginal del creador artístico, en este caso un escultor jorobado, que se traduce en Ars Poética sufriente y romántica. La escultura que cobrará vida para consolar carnal y afectivamente a su autor, oscila en el proceso de creación entre Eros y Tanatos, el entusiasmo egocéntrico o megalomanía y la depresión más auto destructiva. Pareciera una variación del Fausto de Goethe o del Dorian Grey de Wilde.

"El pelotari" resulta un relato épico deportivo sazonado con el artículo de costumbres tan del gusto español y luego latinoamericano. Se trata de una figura legendaria de la pelota vasca, Peru, quien vuelve por sus fueros luego de un retiro de cuatro largos años. En este caso, el campeón deportivo es también humanístico por su amor al Prójimo en peligro. Recordemos dos casos reales, Max Schmelling el que boxeó dos veces con Joe Louis e injustamente maltratado como figurín nazi, quien rescató de la muerte a muchos judíos perseguidos por Hitler. Y el beisbolista puertorriqueño Roberto Clemente, quien murió en un avión que llevaba ayuda humanitaria a los nicaragüenses victimizados por el terremoto y peor por el sátrapa de Tachito Somoza. Peru salvó vidas a costa de su integridad física y habilidades deportivas. Por lo que su exitoso regreso como campeón pelotari, se asimila como símbolo de la causa independentista vasca. Se carnavaliza el entorno paisajístico y humano del País Vasco en su mismísima lengua: "Diálogo vasco. Escueto. 'Flaco'. Tímido. Humilde, por respeto y por sencillez. Sin asomos de vanidad. Así es el vasco". Lo cual dignifica a nuestro egótico autor.

"Están llamando a la puerta!" es una muy lograda transfiguración ficcional de Jesucristo, que tiene como referencia "El Gran Inquisidor" de Dostoyevski, "Nazarin" de Benito Perez Galdos y "El Poder y la Gloria" de Graham Greene. Me parece una recodificación de los Ejercicios Espirituales de otro gran vasco, Iñigo Lopez, alias San Ignacio de Loyola, creador de la Compañía de Jesús y referencia indirecta del Barroco español con sus Quevedo, Gracian y Gongora. Sólo que la expresión es directa, contingente y descarnada. El narrador en primera persona, el lector y escritor, recibe la segunda visita de Cristo, trajeado a contracorriente de la moda occidental. Esa voz es una impostura de Kepa o Peru respecto a sí mismo. Se puede traducir también como una aproximación bipolar a Jesucristo como Dios y Hombre. Nuestro autor somete a su propio Ego a un juicio para nada compasivo. Es megalómano engreído pero momentos después asume la melancolía de ser hombre sufriente. Tal como ocurre en los Salmos del Rey y Poeta David. Lo peculiar de esta transfiguración ficcional de Jesucristo, consiste en la apelación a la lengua del relato picaresco de Cervantes, Quevedo, Carlos Fuentes o el Gabo García Marquez. Digna pieza como para una antología referida a la transfiguración de Jesús en el cuento o, mejor aún, una buena compilación del relato picaresco hispanoamericano de los Fuentes, Gabo, el Pito Pérez de José Ruben Romero o Percusión y Tomate de nuestra Sol Linares.

Con este simpático libro, Kepa o Peru se ha salido con la suya: Dialogar con los lectores a calzón quitado, en la contristacion y en la comedia de los equívocos que siempre ha sido Venezuela y América Latina. Lástima que nunca pude conversar con él fuera del Banco Hipotecario de Crédito Urbano, donde nuestro hippie moderno era miembro de la directiva y yo el mensajero de a pie. Hubiésemos gozado una metra! Dios nos acompañaría con alegría, pues se contenta de sus ovejas negras que lo aman en sus libros por demás majaderos.


miércoles, 3 de febrero de 2021

Relatos de cuando era mas joven (8): Amor y Fe. Las esposas. Jose Carlos De Nobrega

 

Nicanora Ojeda Sierra, mi primera esposa

Una de las fuentes más citadas del amor, además de El Arte de Amar de Erich Fromm y El Cantar de los Cantares de Salomón, es el capítulo 13 de la primera epístola a los Corintios de San Pablo. Trascendiendo la equívoca lectura ideológica y religiosa de tan polémico personaje, el mejor organizador y tozudo divulgador del cristianismo clásico, Pablo resalta la preponderancia del amor en la fe cristiana como modo de vida. No se trata de un deber ser, sino de una pulsión de vida más importante que la esperanza y la fe. Mucho menos un constructo racional, contaminado por el sentido común a través de artificios retóricos embebidos de silogismos hipotéticos. Sin embargo, queremos aún banalizar lo que siente ardorosamente el Otro. En el nombre del Amor, falsificación ideológica y sensiblera, se han cometido los más grandes abusos contra la Humanidad. Es una marca cosificada de una cultura de las relaciones disfuncionales de Poder en la familia, la intimidad y la sociedad. En lo micro y lo macro se impone una división de clases: dominantes o depredadores, y sumisos o presas. Por lo que al estatus quo le da dentera el Amor de Cristo y el Amor Loco surrealista y revolucionario. Valga esta introducción para contarles acerca de mis dos matrimonios. De mis dos esposas, pues, a quienes considero con cariño desde esta glosa afectiva y compulsiva.

Nicanora Ojeda Sierra fue la primera de ellas. Oriunda de los llanos centrales del estado Cojedes, poseía una belleza tan candente como la paisajística que la acuñó y crió. Su acento e idiosincrasia de campo me atraparon de inmediato. Eros de cabalgadura emocional y desbocada más afín con la peripecia nómada, que con el establecimiento sedentario urbano, digamos tres años de novios y apenas uno de matrimonio. Fue mi gran escuela de donde aprendí el fuego, la candela abrasando el llano en el chinchorro y la cama. No ocurrió así con la convivencia, pues iba de aquí para allá, en un viaje incesante, aventurero e inestable. Me tuve que divorciar muy a pesar de su resistencia, en el congelar del proceso hasta el extremo del sabotaje. Me llevaba 12 años, no obstante su cuerpo bien labrado y sensual, senos de guayaba, piernas de caoba y caderas firmes donde abrevaban mis ímpetus de adolescente eterno. Le perdí la pista después del divorcio. Creo que se casó con un pastor evangélico, alguien más decente que yo.



Yudi, mi segunda esposa, con nuestra sobrina Angélica

Conocí a mi Yudi, poco después. Una preciosa gordita rosadita y sietemesina a quien amé mucho también. Además de ayudarme con lo del divorcio, era la secretaria jurídica rival de la enfermera, me instruyó en el no muy confortable pero amoroso arte de la convivencia. Un año de noviazgo y casi treinta de matrimonio, así lo corroboran. Me llevaba 7 de edad y junto a ella edificamos esta casa, mi actual cueva de Platón donde vivo mi viudez muy reciente. Si Nora me salvó de la represión sexual de mi cultura mediterránea, Yudi salvó mi vida dos veces: cuando tuve una crisis hipertensiva severa, cuidándome con mucho celo, y luego en lo de mi brutal crisis depresiva recurrente. Si bien no pudo atenderme por su diabetes y ceguera, llamó a mis hermanos Pedro Tellez y Luis Alberto Angulo para que me llevaran a Naguanagua, ámbito hospitalario (luego inhóspito para recuperación en teatro bélico) donde me curé mis heridas emocionales. Dos años después, regresé con ella para cuidarla hasta su muerte en mayo de 2020, durante un intervalo de la Pandemia. 

Así que desde la memoria y la saudade, las extraño y las quiero porque, cada cual a la suya, ambas me quisieron mucho en el teatro de las equivocaciones de la vida que tan bien describieron Shakespeare y Moliere.

lunes, 1 de febrero de 2021

Relatos de cuando era mas joven (7): Ricardo Maldonado. Jose Carlos De Nobrega

 A María Luisa Aguilar de Maldonado


El profesor Ricardo Maldonado (Valera, Trujillo, 1950-Valencia, Carabobo, 2016) fue rector de la Universidad de Carabobo dos veces, 1992-1996 y 2000-2004. Si bien no fuimos precisamente grandes amigos, nuestras historias se cruzaron más de una vez. Unas ocasiones tensas pero otras más calmadas y si se quiere simpáticas.  Estas son algunas de mis anécdotas con él. No me mueve el elogio gratuito de adulantes de oficio, ni la maledicencia para congraciarme con sus detractores. Simplemente lo hago como testimonio de un contexto histórico que nos agarró de improviso. Mi preocupación escritural es, pues, humanística y de un muy extraño afecto.


Mi graduación

Este polemista compulsivo que soy, tenía por costumbre no terminar lo que iniciaba. Tanto es así que era como el cometa Halley de la UC. Imagínense que entré en 1982 y Egresé en 2002. Iba y venía a capricho. No era dirigente estudiantil ni alumno perezoso que se chuleaban por igual la gratuidad de la universidad autónoma venezolana. Estaba culminando por fin mis estudios de Educación, cuando mi madre murió de cáncer el 28 de julio de 2002, un día después que papá cumplía 30 años de muerto. Por fortuna, la vieja murió en su cama, muy dormidita ella, acabando con tan larga viudez. Resulta que poco después estaba vestido con toga y birrete para recibirme como Licenciado en Educación, mención Lengua y Literatura, en el Teatro Celis Perez muy cerquita del Psiquiátrico de Barbula. Cuando ingresé al teatro en sí, a poco estuve de llorar porque sentí a mamá Augusta en el clima festivo del acto de graduación. El rector Maldonado, en su segunda gestión o mejor todavía incursión, me entregó el título. Sólo que me agarró fuera de base. Me había preguntado qué concurso literario había ganado el poeta portugués Fernando Pessoa. Perplejo, no me quedó más que balbucir "Me pilló fuera de sitio, rector. Otro día se la contesto". El auditorio rió preguntándose que había pasado entre un rector trujillano y un escritor anarco-teísta. Pues lo único que nos podía vincular, aparte de nuestros papeles en tal acto académico, sería lo tercos a la hora de defender cada quien su punto de vista.

El baño del Decano Maldonado

Yo había trabajado en Fundabe, una extinta fundación de protección al estudiantado universitario en la UC. Fui organizador de sus centros de copiado en Educación y Faces, para terminar siendo operario en ambas facultades. Como ven, los anarquistas además de antipáticos, somos de cuidado. A nadie se le ocurriría ponerme al frente de ningún puesto de responsabilidad. Lo mismo me pasó en el Comedor Universitario: de ayudante de cocina, mondador de papas y limpiador, pasé a ser Contralor de Costos. Sólo que me sacaron de allí y me colocaron en un limbo burocrático para ver qué hacían conmigo. Y fui a parar a los centros de copiado. Ojo, el rector Maldonado no tenía nada qué ver con este ruleteo. Sino mi primo Ferreira, porque a él no le agradan los aguafiestas como Domingo Alberto Rangel y yo, claro está.

Disculpen la digresión. Ya prosigo. Cuando trabajé en el centro de copiado Faces, me la pasaba en el decanato cuando su titular era el profesor Ricardo Maldonado. La secretaria me quería mucho. Así como el resto del personal. Yo era tan confianzudo, que llegué a utilizar el baño del decano. Pendiente de que no llegara de improviso y él mismito me arrojara de allí, tal como el Juez Banks lo hacía con Jazz el amigo de Will Smith en "El Príncipe del Rap". Además que su baño era de lujo, siempre me topé con libros de cabecera. Los había de Contabilidad y de literatura. Un día, me encontré que el rector también leía las revistas Poesía y La Tuna de Oro de la UC. Por eso, entiendo por qué el rector me preguntaría años después por el poeta Fernando Pessoa. Nos había leído a mi hermano Pedro Tellez Pacheco, con quien tuvo peleas de antología política, el poeta Luis Alberto Angulo y yo mismo. Vaya con el trujillano éste, más valenciano que unos cuantos, no? Él sabía quién era yo como escritor y polemista formado en la universidad que tanto amábamos, no en balde nuestros desencuentros.

Maldonado contra Tellez

Pedro Tellez Pacheco, para entonces estudiante de Medicina de la UC, y el rector Maldonado habían tenido duelos o confrontaciones políticas que bordean aún la leyenda en clave de relato épico, bien sea homérico o de un cuento de vaqueros. Aquiles contra Hector, o Billy The Kid contra el alguacil Pat Garret. Sobre todo cuando mi hermano Pedro fue Consejero Universitario Estudiantil. Era el cinismo del estudiante valenciano contra el carácter pugnaz del profesor trujillano. Se rumoró que Pedrito sería expulsado de la UC por el rector, cosa que no ocurrió. Ya se los cuento.

El papá de Pedro se nos fue al cielo. Me refiero al más católico de los psiquiatras de la UC y la ciudad de Valencia, el Doctor Pedro Tellez Carrasco. Fue el 31 de diciembre de no se cuál año, cuando los profesores Ricardo y Maria Luisa Aguilar de Maldonado, se presentaron a dar sus respetos al viejo en la funeraria Cristo Rey. Pedro estaba haciendo diligencias relativas al papeleo del deceso, por lo que su hermano Javier y yo los atendimos. Me gustó la visita, pues la profesora María Luisa estaba muy conmovida y su esposo fue muy atento. Respiré aliviado porque fui testigo del armisticio enternecedor entre Ricardo Maldonado y Pedrito Tellez. Ello sin necesidad de estar frente a frente como par de duelistas al mediodía. Cesó el duelo en el pueblo de Tombstone. No corrió la sangre como en el corral Ok entre los Earp y los Clanton. A veces, los enemigos y adversarios terminan en paz por vía de un auténtico respeto mutuo.

Maldonado y este salmista compulsivo

Les había contado que fui trabajador del Centro de Copiado de Fundabe. Bueno, resulta que el Centro de Copiado desaparecería tiempo después. Sabrá Dios por qué. Así que los trabajadores quedaron en suspenso. Me fui con mis colegas de la empresa fotocopiadora, a conversar con el rector Maldonado. Nos recibió el hombre como si nada. Sin protocolo ni cita previa. Recuerdo que ese día el país estaba revuelto: La Corte Suprema de Justicia encontró méritos para juzgar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, por malversación de fondos. El rector nos dijo que los Centros de Copiado no cumplieron con su función ni con las expectativas del proyecto. Por lo que se cerraban inevitablemente. Él me ofreció la posibilidad de ser becario en la modalidad de beca servicio, esto es laborando medio turno en la UC. No acepté porque no me significaba estabilidad laboral. Estaba casado con Yudi y ya no era un joven de 21. Sin embargo, mi liquidación me fue pagada con todas las de la ley. Por lo que no se haga el lector ninguna retorcida especulación. Son cosas de la vida en un país que está en crisis desde el Viernes Negro de 1983. 

Post Scriptum. Respecto a la pregunta que me hizo el rector Maldonado cuando me gradué en pregrado, fue otra de sus bromas que ponían a prueba mis conocimientos literarios. Fernando Pessoa, si bien ambicionaba ganar el Premio Nobel de Literatura, no lo había logrado. El rector y yo sabíamos que no ganarlo, como Borges, no le restaba ni un ápice de su indiscutible y paradójica calidad literaria. Qué loco, no?