Foto de María Jesús Mendes
Un ángel, la lluvia y la cronistaEl cielo de Pascua en Valencia la descoyuntada
Persiste nubarrón gris, adiposo y reprimido,
Contiene el agua y la saudade que me refresque
Soledad y aprendizaje, café cerrero y amargo
Que amago negación del Yo que es aún brindis suspendido
Sin apurar de un trago en quemazón de la culpa.
Soy, pues, convidado desatento con mi Dios anfitrión y trino.
Por eso este bajón que me deja tan exhausto en camastro apóstata.
Me asomo al vasto museo de mi paisana María Jesús, perla mediterránea del Caribe.
No paso desapercibido a su avispada y tersa mirada,
Ella me acomoda en una sala cálida para el buen ver.
La curaduría de su alma cronista y fotográfica llueve a cántaros
Una joven ángel ataviada de negro que baila despreocupada
Bajo aguacero en Caracas que me acuna Cristo lánguido entre sus brazos piadosos y maternales.
2
María Jesús recoge la imagen de la ciudad que desparrama.
Si bien le molesta el desmadre de nuestro mundo hacinado,
Su poética tan sólo necesita tres segundos para proveernos milagro alucinante:
La nínfula angelical dark baila sola su independencia
Como las abuelas de Mayo un tango con sus muertos y desaparecidos
Insípidos a la mirada indolente y atrofiada de no tan pocos.
Le bastan cadencia y melodía de lluvia negra y enfática
Tamborileando su cuerpo, la calle y la cuneta, órbita en Gracia
Para desatar coreografía ska que me desmoviliza melancolía cíclope.
Meu olhar tristonho acompaña su Anunciación sinfónica
Y erótica como lindura angélica del Evangelio de Mateo según el cine poesía de Pasolini.
Cabalgo la miopía festiva y mi lengua ibérica
En sus pechos que brincan desquiciando la Procesión en Caracas.
Cristo se levanta del Santísimo Sepulcro y echa un pie con Ella camino a Emaus.
3
Baila y no te detengas, mi Sulamita gozosa de Sí
Y del morbo voyeurista que se solaza en tu danza lluviosa!
No te encunetes en los pasillos libertinos y totalitarios de papel tapiz
De las cárceles y los manicomios en que confinaron a Sade.
Por eso te pillamos Legión púber oblicua de vaguada,
Caudal y carama sin damnificados que lamentar,
Alud de Amor surfista y desnudo en lava fresca
Vindicatoria de pulsión vital sanguínea y lírica.
Eres ángel soberbio, exterminador de mezquindad
Y onanismo en la oscurana. No tienes a nadie mejor que te escriba y fotografíe
Como mi hermana María Jesús quien te trajo a mí:
Fármaco despiadado para con mi suplicio de Job,
Más me vale su rebelión insólita que su dolor urticante
Al punto que Dios no jugaría más a los dados la vida de otro justo.
4
María Jesús insiste en hacerme cómplice complacido
De sus miles de puestas en escena encantatorias.
Desde desfiles de moda portátiles en exhibiendo
Arte vestuarista reciclado que desnuda al Emperador
Y al resto de su Corte carmesí, pasando por Hamlet
Siendo o no siendo mientras soba cráneos kitsch de vaca,
Hasta sus álbumes de fotos y crónicas que nos acogen
Inquilinos agradecidos de la Casa ciuadela que Ella es y lleva a cuestas.
Pero de dónde nos sacó a este ángel llamado Lolita
Quien escapó de la novela de Nabokov bailando emparamada en la calle fauvista
La canción homónima de Orquesta Mondragón en nuestras propias narices húmedas?
No sé si la cosa es casual o causal. Nos resta dejar los afanes y la depre en cuarentena,
Ponernos franela y jeans negros, salir de la Cana real e inducida,
Sacudirnos la hidrofobia y bailar comparsa mojada que la siga sin que nada más importe.
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