En
la Poesía del Decir, 70 años son algodón
José Carlos De Nóbrega
Estamos de fiesta por el septuagésimo aniversario
del poeta Luis Alberto Angulo, quien junto a Juan Calzadilla forman la yunta
más juvenil y refrescante de nuestra poesía. Me enorgullece desde hace mucho
rato pertenecer a su círculo de amigos, pues además de sus atenciones para
conmigo [de hermano mayor a hermano intermedio en esta familia literaria
descocada], confieso con gusto que he aprendido de él una parte significativa de
las cosas maravillosas que nos obsequia la Poesía [otros de mis maestros poetas
son el Gallo Mujica y Reynaldo Pérez Só], musa y dama muy solicitada y
selectiva, cuya adoración ya es suficiente gratificación [no por elitismo, sino
en prevención de los aguafiestas insufribles que fallan en importunarla].
No sólo nos reconcilia con la vida su
poética del Decir, sino su actitud igual de poética en la cotidianidad que va
desde darte una cola a cualquier lado, pasando por el consejo pertinente en
cualquier materia, hasta el compartir los platillos que él mismo cocina con
reverencia y diligencia.
Abuelo orgulloso y juguetón por partida
triple, hace poco derrotó a la Muerte disfrazada de Guillain-Barré, la cual
mordió el polvo en un contrapunteo mítico de coplas. Como buen caballero
andante, Luis Alberto asimiló con filosofía y, claro está, poesía abundante el
nuevo curso de su empresa vital. Este muchacho se ha dado el lujo de ser
psicoterapeuta de nuestro psiquiatra y hermano, Pedro, cronista de insectos,
libreros y taxistas.
Asimismo, lo tenemos –porque nos consta-
por antólogo sobrenatural y muy puntual comentarista que celebra a sus cófrades
poetas como Enriqueta Arvelo Larriva, Ana Enriqueta Terán, Ernesto Cardenal,
Miguel Hernández y San Juan de La Cruz, entre muchos otros.
Creo que hemos hecho una buena sociedad
médico-detectivesca: Él haciendo del infalible, creativo y obsesivo Monk que
dilucida misterios políticos y literarios; mientras que yo impostaba una
versión anarco-teísta del Doctor House para mis glosas compulsivas. Soy su
ensayista y proto-biógrafo de a de veras, pues no se me puede achacar
compadrazgo alcahuete ninguno: No soy responsable de su estupendo oído e
incontrovertible talento poético, pero sí de ser un consecuente y agradecido
lector.
Como Luis Alberto profesa una fe lúdica y
brillante por la Poesía como experiencia interior que se comparte con nuestra
gente, sin importar diferencias y distanciamientos artificiales hasta la
intolerancia, le vamos a regalar esta samba contagiosa y colectiva de la
carismática Maria Rita [hija preciosa de Elis Regina y el músico César Camargo
Mariano, que se defiende por sí solita]: Cara
Valente, tanto el divertido video “oficial” como la presentación en vivo de
esta Diosa-Sirena descalza de la cual nos enamoramos hace poquito.
https://www.youtube.com/watch?v=igYsmAtFnHY
https://www.youtube.com/watch?v=igYsmAtFnHY
Feliz cumpleaños, poeta. 70 años en tu
caso son algodón de Pan de Azúcar. De allí este texto, sambódromo de los
afectos. Con razón, Janeiro es tu mes
[pudiéramos fusionar la samba y el bossa nova con el habla de pie de monte,
pues saldría un poema del Decir como los que nos obsequias en los libros y en
el trato cotidiano].
P.S.: Ojo, poeta, te “empresto” a Maria
Rita sólo por hoy, porque soy su novio muy celoso [huelga un pequeño detalle:
ella no lo sabe aún, quizá se lo notifique en un cuento].
https://www.youtube.com/watch?v=k6IfzIAjiFM&list=RDk6IfzIAjiFM&start_radio=1
https://www.youtube.com/watch?v=k6IfzIAjiFM&list=RDk6IfzIAjiFM&start_radio=1
Un abrazo para ti, Miriam, Miguel,
Natascha, Genaro, Eva Amelie y la “benjamina” recién llegada con alegría
sambista a vuestra vida.
Tu
pana y hermano intermedio, José Carlos De Nóbrega.
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