viernes, 22 de julio de 2022

Para una lectura de Whitman. Jose Carlos De Nobrega

 Salmos y Proverbios

José Carlos De Nóbrega
Lectores hispanohablantes de Whitman
A VANI Rivas

A sugerencia de nuestro amigo cronista Douglas Morales, se decidió en Círculo de Lectura en Casa Pocaterra, conversar sobre el Canto a Mí Mismo (1855) de Walt Whitman, el poeta norteamericano de la Democracia. No se trata, pues, de una dictadura sino del protagonismo lector de nuestra muy curiosa Legión. Revisando la caótica biblioteca de mi Cueva de Platón, me topé con las voces de algunos de sus lectores hispanohablantes: Jorge Luis Borges, César Vallejo, Gustavo Díaz Solís, Segundo Serrano Poncela, Ernesto Cardenal y Federico García Lorca. En fin, 4 latinoamericanos y 2 españoles bastante notables.

Se evidencian 3 cosas, el Egotismo poético de Whitman, su fluencia en la Poesía del Decir del XX y el XXI, amén de su vitalismo seductor en tanto Proyecto de Escritura para nada asimilable a la arrogancia ni al despropósito de las políticas hegemónicas de Estado de su nación ayer y hoy. De esto se trata la vigésima cuarta sesión del Círculo de Lectura el 22/7/2022.

En La Literatura Occidental (1971), Serrano Poncela, si bien apuntala la presencia innegable de su obra poética a nivel universal, puntualiza que es un poeta tosco, primitivo y egotista no obstante su humanismo. La lectura total de Hojas de Hierba trae consigo fatiga y, si se quiere, dispersión discursiva, por lo cual es susceptible al trabajo antológico. El Egotismo, nada que ver con el egocentrismo individualista ni ideológico, lo emparenta con autores de nuestra predilección como Rufino Blanco Fombona, Rafael de Nogales Méndez, Vargas Vila, Darío y el mismísimo Pocaterra. Todos ellos son cosmogónicos, sólo varía la Patria de origen (Manhattan, Caracas, el páramo tachirense, Colombia, Valencia o Nicaragua). También los hermana la turbulencia, la sensualidad y la terredad actancial (comer, beber y engendrar).

Borges nos dice a cada rato que los lectores de Whitman integran parte sustancial de su propia Confederación de Almas. Song of Myself, Canto a Mí Mismo, así lo confirma a lo largo de su discurso circulatorio sanguíneo que no coagula la muerte física. Su caudal poético es un libro de libros en el que él, "con impetuosa humildad, quiere parecerse a todos los hombres". Ya lo advirtió el mismo poeta en su felicidad solar: Hojas de Hierba, Leaves of Grass, "es el canto de un gran individuo colectivo, popular, varón o mujer". El inglés oral de su ciudadanía americana y universal no es más que una sinfonía humanística auténtica y fraternal. No tener escuela ni doctrina, sin obviar el proceso de formación, conduce a un modo de vida contracultural que vive con intensidad sus contradicciones.

En su artículo La Nueva Poesía Norteamericana de junio de 1929, Vallejo considera a Whitman el precursor de la nueva poesía universal, eso sí ajena al formalismo de rascacielos harto onanista. Más allá del versolibrismo, anticipó realizaciones norteamericanas resaltantes como el cine de John Ford o el Jazz de Ellington, Davis, Parker y Monk.

Cardenal, en el prólogo a la edición venezolana de la Antología de la Poesía Norteamericana (2007) en coautoría con Coronel Urtecho,  no sólo lo postula junto a Poe como la columna vertebral de la poesía estadounidense, sino también cimiento de la Poesía del Decir, específicamente del exteriorismo nicaragüense. "Inventó el verso libre, y éste fue hecho en el idioma del pueblo y no el de los literatos".

García Lorca, asombrado y sacudido por su visita a Nueva York en 1929 y 1934, le dedicó una muy polémica, audaz y procaz Oda. Impostando un discurso homofóbico en código apóstata que mueva a escándalo victoriano, reivindica el amor ecuménico y desenfadado de Whitman por la Humanidad. 

El narrador Díaz Solís, publicó en la revista Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo, número 10, agosto de 1978, un mosaico transgenérico al que tituló Para Whitman. El corpus de este ensayo se haya tocado por el tono inequívoco de un cuento lírico. Partiendo de una Elegía a Lincoln, Cuando las lilas florecieron la última vez en el jardín, y el poema De la cuna que está incesantemente meciéndose, fusiona el relato de iniciación y la glosa no exenta de pasión humanista para auscultar y nadar en ese río caudaloso y fauvista que es la poética transparente y polifónica de esta voz fundacional. La república democrática de Whitman es orgánica búsqueda mística que apunta a la fecundidad amorosa en el Bestiario y la Humanidad exaltadas en el gran poema fraternal, franciscano y solidario.




No hay comentarios:

Publicar un comentario